Nueva York.- Los guerrilleros de las FARC
no serán extraditados a EE.UU., y podrán aspirar a cargos públicos en
Colombia, como parte de los acuerdos de paz con el Gobierno, dijo hoy en
Nueva York el presidente Juan Manuel Santos. “No habrá extraditados
porque existe un proceso de paz.
Nadie dejará las armas para venir a EE.UU.”, sostuvo el
mandatario durante un encuentro con empresarios en un hotel en
Manhattan, donde reiteró que el acuerdo anunciado el pasado 23 de
septiembre en Cuba “es lo mejor que ha podido pasar a Colombia en muchos
años”.
Santos afirmó que tras completarse el proceso de
negociaciones con la firma de la paz, en marzo de 2016, cualquier
guerrillero podría optar por un cargo público, al argumentar que el
proceso busca que dejen las armas y continúen su lucha por la vía legal.
Incluso, aseguró que el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, con quien logró el
acuerdo tras llevarse a cabo intensas negociaciones en Cuba, donde aún
continúan, podría aspirar a la presidencia.
“¿Por qué no?”, respondió Santos en un evento organizado por
la Sociedad de las Américas/Concejo de las Américas y la Asociación
Colombo-Americana. Y acto seguido señaló- “No creo que tendrá muchos
votos. (Las FARC) no son muy populares”.
“Pueden dedicarse a la política sin armas, es lo que la democracia
les concede”, destacó el mandatario, que ha participado en Nueva York en
los debates de alto nivel de la Asamblea General de de las Naciones
Unidas. Destacó el apoyo que ha encontrado su país, tras el reciente
acuerdo firmado en La Habana, que encamina el proceso para poner fin a
cinco décadas de conflicto armado.
“El mundo necesita una historia de éxito y ésta lo es”, afirmó
Santos. Pero también hay críticos del proceso, entre ellos el
expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien ha usado su cuenta en
Twitter para criticar a Santos y el proceso de paz. Santos aseguró hoy
que eso no le afecta porque, señaló, “no leo sus tuits”.
Dijo además que ha invitado a Uribe, bajo cuyo gobierno fue su
ministro de Defensa, y que se ha convertido en su acérrimo crítico, a
dejar de lado “la animosidad” para reunirse y trabajar juntos, pero “él
mantiene su postura política”.
Como parte del proceso de paz se acordó crear un tribunal especial
para juzgar a responsables de delitos cometidos durante los 50 años de
conflicto, y el mandatario estima que sólo 50 o 60 personas recibirán
sentencias reducidas, asegurando que no habrá impunidad, como señalan
las críticas.
También se mostró confiado en que la guerrilla cumplirá su compromiso
de desarme como parte del proceso, que pondrá fin a un conflicto que ha
dejado más de 220.000 muertos y millones de desplazados, señalando que
la FARC tiene “control” de su gente.
No obstante, dijo ser consciente de que no todos estarán de acuerdo y
advirtió que esos serán perseguidos. “Se les tratará como delincuentes
comunes y corrientes”, añadió. Ante preguntas sobre las sentencias que
se impondrán a los que hayan cometido crímenes, que van desde cinco años
para los que admitan su responsabilidad hasta 20 para quienes la
nieguen, lo que para críticos como Uribe es impunidad, Santos cuestionó
cuánto más le costaría a Colombia mantener ese conflicto.
“¿Cuánto más costará si seguimos con esta fábrica de muertes, de
desplazamientos?”, respondió el mandatario, quien auguró una bonanza
económica, de infraestructura y en educación, entre otras áreas, una vez
se firme el acuerdo en 2016.
“Si hemos tenido una buena actuación económica, lo haremos mucho
mejor cuando alcancemos la paz. El proceso de paz es bueno para los
negocios”, afirmó a los empresarios, a quienes aseguró que la paz “es
una lección que la historia nos ha dado”. “Estamos hartos de la guerra.
Queremos paz y la conseguiremos”, aseguró Santos.
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