El director de la Unidad de Quemados del hospital Ney Arias Lora, Eddy Bruno, sostuvo que cuando ocurre una agresión con “acido del diablo” a la víctima debe echársele agua durante un período de 40 a 45 minutos con el objetivo de disminuir la concentración de esa sustancia química y que el daño sea menor.
“Lo primero que tiene que hacer una persona que se le arroja ese tipo de sustancias químicas es echarle agua alrededor de unos 40 a 45 minutos, que es lo que precisamente hacemos al llegar ese paciente a la unidad de quemados. Lo metemos a una tina y el damos un baño alrededor de ese tiempo para disminuir la concentración del ácido, puesto que lo que hace el daño es precisamente el grado de concentración que tenga ese líquido”, indicó.
Sostuvo que al echarle agua la sustancia puede distribuirse a más partes del cuerpo, pero con menor concentración, pero que si se permite que actúe serían más catastróficas las lesiones.
Recomendó también que inmediatamente ocurre una agresión quitarle la ropa a la víctima, porque la sustancia que queda empapada encima de la vestimenta continúa haciendo daño.
El doctor consideró que también puede ser usado un refresco, ya que cambia el pH del ácido y lo vuelve alcalino.
“Un refresco tiene sentido, las gaseosas son sustancias bicarbonatadas y entonces cambian el pH del ácido, lo vuelve alcalino. Lo que pasa es que en el momento de una agresión no tenemos una cantidad adecuada de una gaseosa para lograr cambiar el pH de la agresión”, sostuvo Bruno.
Agregó que “una botella de refresco de 16 onzas no es lo suficiente para tener un chorro de 45 minutos”.
“El agua es lo más idóneo porque va a disminuir la concentración y el bicarbonato cambia el pH de ácido a alcalino”, sostuvo en una entrevista en el programa El Día, de Telesistema, canal 11.
CREDITOS A DIARIO LIBRE
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