Santiago. Lo que hace dos años significó un logro
mudarse de una barriada hacia una comunidad tranquila, resultó ser la
peor desgracia de la familia Santos-Padilla, que ha visto morir cuatro
de sus integrantes por la fuga en una válvula de cierre en la envasadora
Coopegas.
En total suman ocho las víctimas mortales con el deceso al mediodía del viernes de Nilson Reyes.
En esta semana, tres de los cuatro miembros de esta familia han sido sepultados en el cementerio de su comunidad natal El Jobo de Gaspar Hernández en la provincia Espaillat, de donde salieron hace 20 años en busca de oportunidades en Santiago.
A su llegada a esta provincia, alquilaron una vivienda en el barrio Los Jazmines del sector Pekín, en el sur del municipio cabecera de Santiago de los Caballeros y hace dos años se mudaron en una casa modesta de tres habitaciones en la comunidad Los Acevedo de Limonal, perteneciente a Licey al Medio.
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