El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, acusado de espionaje
durante su administración, pasó de la cárcel al encierro domiciliario
tras un año de prisión preventiva, informaron sus abogados y el tribunal
el miércoles.
El tribunal que entiende en su caso dio la orden respondiendo a una
solicitud de sus abogados al cumplirse en la víspera un año de prisión
preventiva desde que fue extraditado desde Estados Unidos para responder
a los cargos.
El exgobernante de 67 años fue extraditado a Panamá desde Miami el 11
de junio del año pasado para encarar un juicio por espionaje
telefónico. Desde entonces, Martinelli permanecía detenido en la cárcel
El Renancer, desde la cual fue trasladado bajo fuerte vigilancia
policial al recinto donde se celebran las audiencias.
Martinelli, un magnate de los supermercados que gobernó la nación
centroamericana desde 2009 a 2014, está acusado de espiar las
comunicaciones de al menos 150 personas y de comprar aparatos de alto
precio para realizar esas interceptaciones durante su gobierno, según
las investigaciones.
Entre los presuntos afectados figuran el actual presidente Juan Carlos Varela,
un hermano suyo que es diputado, así como varias figuras del mayor
partido opositor, algunos periodistas, dirigentes sindicales y de la
sociedad civil.
El Órgano Judicial informó en su cuenta de Twitter que el tribunal
que juzga al exgobernante “ordena el cese de la detención provisional a
expresidente de la República, por cumplirse el plazo de un año e impone
la medida de depósito domiciliario”.
El tribunal decretó que el exgobernante entregue sus pasaportes, no
ofrezca declaraciones a la prensa y se abstenga de tener contacto con
las supuestas víctimas en el caso entre otras disposiciones, dijo uno de
sus abogados, Alfredo Vallarino.