BOCA CHICA. Este
municipio, uno de los polos turísticos más populares del país, ha
logrado mejoría con el paso de los años, pero los retos y desafíos son
mayores, tanto en la parte de playa como en los asentamientos humanos.
El drenaje pluvial es uno de los problemas más preocupantes para los residentes debido a que calles como la Duarte y San Rafael, a una esquina del cabildo, se convierten en una laguna cada vez que llueve.
Tulio García cuenta que las casas se inundan cuando llueve mucho y la gente no puede pasar. Entiende que el problema es los filtrantes que están tapados y las autoridades no les dan seguimiento.
Los propietarios de viviendas y negocios han tenido que levantar las aceras y construir muros para evitar que el agua penetre a sus hogares y aún así cuando llueve mucho son afectados.
Frente al Banco del Estado, el contén está lleno de agua podrida y mal oliente. Una vendedora que no quiso ser identificada, dijo que “la gente del ayuntamiento que limpia”, no pasa por ese lugar, por lo que tienen que barrer el agua ellos mismos.
Cuenta que los clientes se quejan por el mal olor en lugar donde van con familias a comer pescado y otros productos que venden.
“Ese ayuntamiento no sirve para nada, ese hombre lo que quería era llegar ahí y nada más”, dijo otro vendedor que rehusó decir su nombre por temor a represalia. Pero la situación es peor y eterna en Andrés, principalmente en la calle profesora Nelly Roach Neal donde en las cuatro esquina el agua podrida es permanente. La gente tiene que colocar estructuras de maderas para poder entrar y salir a los negocios y las viviendas.
Otro problema de Boca Chica es la falta de iluminación en gran parte de la parte turística lo que facilita la prostitución infantil que cada día va en aumento, de acuerdo con residentes, pero además abona las condiciones para robos y atracos.
El parque infantil del triángulo formado entre las calle Duarte y San Rafael está totalmente abandonado, no funcionan la mayoría de los columpios ni los toboganes.
El drenaje pluvial es uno de los problemas más preocupantes para los residentes debido a que calles como la Duarte y San Rafael, a una esquina del cabildo, se convierten en una laguna cada vez que llueve.
Tulio García cuenta que las casas se inundan cuando llueve mucho y la gente no puede pasar. Entiende que el problema es los filtrantes que están tapados y las autoridades no les dan seguimiento.
Los propietarios de viviendas y negocios han tenido que levantar las aceras y construir muros para evitar que el agua penetre a sus hogares y aún así cuando llueve mucho son afectados.
Frente al Banco del Estado, el contén está lleno de agua podrida y mal oliente. Una vendedora que no quiso ser identificada, dijo que “la gente del ayuntamiento que limpia”, no pasa por ese lugar, por lo que tienen que barrer el agua ellos mismos.
Cuenta que los clientes se quejan por el mal olor en lugar donde van con familias a comer pescado y otros productos que venden.
“Ese ayuntamiento no sirve para nada, ese hombre lo que quería era llegar ahí y nada más”, dijo otro vendedor que rehusó decir su nombre por temor a represalia. Pero la situación es peor y eterna en Andrés, principalmente en la calle profesora Nelly Roach Neal donde en las cuatro esquina el agua podrida es permanente. La gente tiene que colocar estructuras de maderas para poder entrar y salir a los negocios y las viviendas.
Otro problema de Boca Chica es la falta de iluminación en gran parte de la parte turística lo que facilita la prostitución infantil que cada día va en aumento, de acuerdo con residentes, pero además abona las condiciones para robos y atracos.
El parque infantil del triángulo formado entre las calle Duarte y San Rafael está totalmente abandonado, no funcionan la mayoría de los columpios ni los toboganes.
DIARIO LIBRE
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