Aprendiendo de un divorcio

Así como se dice que en los momentos de crisis económica, es cuando debe crecer la creatividad, queda como anillo al dedo, plantear que las circunstancias dolorosas como el divorcio, son las ideales para crecer, buscar el lado positivo y seguir delante de la mejor manera.
Preguntarnos ¿Cuál es la lección que debo aprender de esta situación? y ¿para qué sirve este sufrimiento? es un buen ejercicio que se puede hacer frente a un momento difícil, en el que en vez de quejarnos, podemos reflexionar, sugiere la terapeuta Solange Alvarado en su libro “Guía práctica para la familia actual”.

“Como los roles masculino y femenino están rígidamente divididos en nuestra cultura, cuando una pareja se divorcia cada uno deberá integrar nuevas tareas que antes le tocaban al otro o a la otra. Aquí se confirma la falacia de esta distribución de roles, pues si no, sería imposible integrarlas y seguir adelante”, aporta la profesional.

La psicóloga y terapeuta, que en la actualidad es directora del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia, de la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional, evalúa como riquísimo el hecho de que una mujer que ha tenido que seguir adelante sola con sus hijos, como suele pasar después de un divorcio, aprenda a medir el aceite de su carro, llevarlo a lavar, hacer reclamaciones al seguro por un accidente de tránsito, estar a cargo de las finanzas de la familia, pendiente del corte de las tarjetas de crédito, negociar con el plomero, revisar su inversor y muchas cosas más.

Los hombres divorciados, por su parte, deben enfrentarse a estar pendientes del queso o jamón que se terminó, pasar por la panadería y la lavandería, fregar loza sucia, planchar camisas que se estrujaron en el closet, ir a reuniones, estar pendiente de los cumpleaños de la familia entre otras cosas.
“Es hermoso descubrir cómo los seres humanos tenemos la capacidad de aprender cada día cosas nuevas y desarrollar nuevas destrezas”, dice Alvarado.

UN APUNTE

Importante en el proceso

En esta situación de divorcio – concluye la profesional de la conducta- dentro de estas habilidades, talvez la más importante es la necesidad de que ambos, madre y padre, aprendan a desarrollar una relación más íntima con cada hijo, pues ya no está el otro o la otra para servir de puente.