El presidente chino, Xi Jinping, advirtió de que el gigante asiático va a afrontar un periodo de "cambios turbulentos" marcados por el "aumento de riesgos en el exterior", por lo que apostará por políticas orientadas al consumo y al mercado internos para apuntalar el crecimiento económico.
Xi,
que participó anoche en un simposio sobre trabajo económico y social
que sentará las bases para el plan económico quinquenal que el Partido Comunista Chino (PCCh) dará
a conocer el año que viene, aseguró que "China debe estar preparada
para el desafío" que suponen los "cada vez más vientos en contra en el
entorno exterior", recoge la agencia estatal Xinhua.
El
presidente chino resaltó que "se ha de establecer un nuevo patrón de
desarrollo" que tenga al "mercado interno como base" y que permita a los
mercados nacional y externo "reforzarse mutuamente".
"El mercado interno dominará el ciclo económico nacional en el futuro", acotó.
Asimismo, agregó que cree que la pandemia del COVID-19 está acelerando cambios "no vistos en un siglo" y que China debe "aprovechar las oportunidades" que se presenten.
Así,
China tratará de crecer gracias a la innovación científica y
tecnológica "de forma independiente", e invertirá para "lograr avances
en tecnologías claves y esenciales lo antes posible".
Respecto a la diplomacia, indicó que China "verá que su estatus seguirá ascendiendo en la economía mundial".
Según
Xi, unos "lazos más estrechos" harán que China ofrezca "oportunidades
más amplias para otros países", con lo que la nación asiática no
abandonaría la idea de abrir más sus mercados, una de las exigencias que
le plantean Estados Unidos o la Unión Europea.
El antagonismo
entre Estados Unidos y China ha aumentado este año a cuenta de su
guerra tecnológica y comercial y, más recientemente, por el intercambio
de acusaciones sobre el origen de la actual pandemia de coronavirus o la
nueva ley de seguridad para Hong Kong.
No obstante,
Washington y Pekín acordaron este martes seguir adelante con la puesta
en marcha del acuerdo comercial parcial que ambos países alcanzaron a
principios de este año, y se comprometieron a "fortalecer la coordinación de políticas macroeconómicas".
Por
su parte, Bruselas cree que China no ha hecho los progresos esperados
desde su última cumbre en 2019 para limitar las barreras en el acceso a
su mercado, algo que afecta notablemente a Europa al ser el primer
inversor extranjero y socio comercial del país asiático.
A
finales del pasado julio, el viceprimer ministro chino Liu He anunció
que China y la Unión Europea (UE) "acelerarán" las negociaciones para
concluir el acuerdo de inversiones bilateral antes de finales de este
año.