Recuperar sus ingresos lo más rápido posible, eliminar los intereses
que se acumularon en el banco durante la cuarentena, y tener un trabajo
son los deseos que hoy tienen los peruanos, envidiados hasta hace poco
por la salud que gozaba su economía en la región.
Esos son los
desafíos que los peruanos le lanzan a su presidente, Martín Vizcarra,
que este martes dará su último mensaje formal al Congreso y la nación
con motivo de las fechas patrias, 365 días exactos antes de que abandone
el Gobierno.
Vizcarra
se enfrenta el martes a una población desgastada por la incertidumbre
de la pandemia, con los ahorros consumidos y en muchos casos endeudados,
después de varios meses sin trabajar.
"Ya
nos hemos dejado manipular mucho con el cuento de la pandemia, nos
tienen atemorizados. Yo no le tengo miedo a la COVID, le tengo miedo a
que mis hijos se mueran de hambre", expresó a Efe Arturo Quintanilla, un
sexagenario oriundo de la región de Cusco.
El señor Quintanilla
vive en Lima y afirma que "debería reactivarse la economía, (porque)
están muriendo más por hambre que por otras cosas".
Confía en que
la economía se restablecerá "poco a poco, pero a los niveles de antes
no, porque hemos tenido una recesión tremenda".
"Hemos sido muy golpeados, la clase media se ha ido a ser clase baja, espero que el presidente escuche y reflexione", manifestó.
PERÚ GASTA 20,000 MILLONES DE DÓLARES
El
presidente Vizcarra utilizó los ahorros fiscales del país para una
serie de medidas económicas que aseguraran que los ciudadanos se
mantuvieran en una de las cuarentenas más largas y sobre el papel más
estrictas del mundo, con el fin de minimizar el impacto de la COVID-19,
pero el confinamiento, desde marzo a julio, agujereó los bolsillos de la
población.
El virus ha contagiado a más de 375,000 personas en
Perú y ha causado oficialmente la muerte de más de 17,000, lo que ha
ubicado a la nación como la segunda más afectada en Latinoamérica y la
séptima a nivel mundial.
Poco queda en la economía peruana de los
éxitos alcanzados en los últimos años, en los que logró un alza de 4 %
del PIB en 2018 y de 2.2 % en 2019, pues los expertos estiman para este
año una caída de entre -18 y -12 % y un rebote de entre 6.5 y 10.5 %
para 2021, tal como sostiene la unidad de investigación del banco BBVA.
DESEMPLEO PARA DOS MILLONES DE PERUANOS
Uno
de los efectos más devastadores de la cuarentena ha sido la pérdida de
más de dos millones de empleos, en un país que además sufre del 70 % de
informalidad laboral.
Lo único que espera Naty Alvarado, de 50
años, es trabajo porque al quedar desempleada de una compañía de
limpieza, ya no puede tampoco pagar la universidad de su hija mayor.
"No
he recibido ningún bono, pero qué puedo hacer, tengo que seguir
trabajando, pero me han sacado del trabajo", declaró Alvarado a Efe.
La
madre de familia le pidió también al gobernante que se preocupe por la
salud de las personas "porque acá en el Perú hay bastante gente que está
muriendo" por la pandemia.
PEQUEÑOS EMPRESARIOS ENDEUDADOS
Además
de los bonos económicos para la población más vulnerable, el Ejecutivo
también entregó más de 17,600 millones de dólares en créditos con
bajísimas tasas de interés para las empresas.
Sin embargo, los
medianos y pequeños empresarios sufren por las deudas acumuladas en los
meses del confinamiento, al tener que pagar sus compromisos a pesar de
no haber generado ingresos.
"Estamos suplicando a los acreedores,
los que tenemos deuda, que nos den un poco de plazo (para pagar)", dijo
a Efe el transportista Juvenal Carrillo, de 63 años.
"Queremos
que el Gobierno se pronuncie este 28 de julio en beneficio de todos, no
solo de un grupo minúsculo. Han dado mucho dinero a los bancos para que
se financien, pero no nos llega. Como persona, me siento defraudado por
mis autoridades", manifestó Carrillo.
El hombre señaló que está
próximo a jubilarse, pero "no he recibido nada" en los meses
transcurridos de cuarentena, sino que mas bien "todo es pérdida".
INDEPENDIENTES EN LA RUINA
Los
trabajadores independientes, que tenían un pequeño negocio, se han
reactivado solos, sin esperar la autorización del gobierno que dividió
la reanudación en cuatro fases a completar en agosto.
"A nosotros
que somos pequeños emprendedores no nos ha dado ni un bono, ni sueldo,
me he visto en la obligación de vender mis cosas para poder sobrevivir",
confesó Carla González, de 48 años.
Los efectos de la
inmovilización han sido tan graves para ella que considera que "el
presidente debería renunciar inmediatamente porque le ha hecho mucho
daño al país con su mala gestión".
"Me estoy reactivando poco a
poco, estoy empezando de cero, sin ayuda del gobierno, yo estoy saliendo
adelante por mis propios medios", aseguró.
El septuagenario Hugo
Morante afirma que Vizcarra ha "malogrado" la economía peruana y, como
consecuencia, "la ciudadanía ya está empezando en la mala vida, como
robos, porque no tienen oficio".
Morante recibió los bonos
entregados por el Gobierno, pero opina que se deberían entregar más y
especialmente a enfermos crónicos como él que tuvo cáncer a la piel.
VENEZOLANOS EN LA CALLE
Otra
crisis sobre crisis fue la sufrieron los miles de venezolanos que
ingresaron a Perú en los últimos años, huyendo de los problemas
políticos y sociales en su país, y que en plena pandemia se quedaron sin
dinero, ni casa y en algunos casos debieron regresar a Venezuela a pie.
"El
presidente nunca ha tomado en cuenta a los venezolanos sobre la
pandemia. Nunca hubo una ayuda, nunca nada. Sé que no somos de este
país, pero también somos humanos y creo que debieron tomarnos en cuenta
ya que estamos en este país", dijo a Efe el venezolano Wilder Vargas, de
24 años.
Vargas es vendedor ambulante y durante la cuarentena
tuvo que quedarse en casa con su hijo y su esposa, agotando todos sus
ahorros, pero con la suerte de que su casera le dio facilidades de pago y
no lo corrió.
"Hubo mucha gente que sí los corrieron y los
sacaron de su casa. Incluso, hubieron compañeros venezolanos que conozco
que se tuvieron que ir a Venezuela caminando porque ya no tenían ni
cómo comer y de paso los corrieron de sus arriendos", relató.
Para
el joven, como para los cerca de un millón de venezolanos en Perú, lo
único que pide al gobernante peruano es "que nos dé una oportunidad de
legalizarnos en el país" porque "estando legal puedo tener muchas
oportunidades aquí, puedo trabajar en una empresa y no se me cierran
tantas puertas como ahora".
Los venezolanos que viven en Lima,
jóvenes en su mayoría, fueron de los primeros que retornaron a vender en
las calles y atender en tiendas y comercios, apenas se fueron
levantando las medidas de restricción por la emergencia sanitaria en
Perú.
CRÉDITOS A DIARIO LIBRE .