El cementerio público de Cochabamba, centro de Bolivia, ampliaba su
capacidad a todo vapor este jueves tras quejas de funerarias sobre la
acumulación de cadáveres de muertos por COVID-19 en casas y morgues,
ante la imposibilidad de enterrarlos.
Máquinas retroexcavadoras realizaban perforaciones en el cementerio general de Cochabamba para habilitar más tumbas, observó un fotógrafo de la AFP, mientras el único crematorio de la ciudad estaba saturado.
“Hemos
habilitado 250 espacios para que podamos tener cobertura y para la
próxima semana tendremos 500 espacios más” entre tumbas bajo tierra y
nichos sobre la superficie, señaló a la AFP el secretario de
Gobernabilidad de la alcaldía, Edwin Paredes.
CREDITOS A DIARIO LIBRE