El economista Alejandro Fernández W. explicó que el petróleo
se ha disparado por encima de los 65 dólares luego de que Irán enviará
varios ataques contras presencia estadounidenses en ese territorio por
la muerte del poderoso comandante iraní Qasem Soleimaní.
El Fernández ofreció esas declaraciones en su segmento Del Bolsillo de Telenoticias, donde aseguró que esta situación de Irán y Estados Unidos
genera un estado de incertidumbre a nivel global muy importante, tanto
sobre las vidas humanas, pero sobre todo en la economía a nivel global.
Señaló que el impacto de este conflicto se comenzó a reflejar en la
República Dominicana el pasado viernes en la forma como el Ministerio de
Industria y Comercio y Mipimes (MICM) justificó el alza de los
combustibles con la operación militar en contra del general iraní.
“La factura petrolera tienen a generar un nivel de presión sobre la
cantidad de divisa que entran y salen del país, lo que podría general,
si esto se mantiene en las próximas semanas, que el Banco Central tenga
que aumentar sus tasas de interés”, indicó el economista. Irán respondió el miércoles a Estados Unidos por el asesinato de un
alto general y lanzó una serie de misiles tierra-tierra contra dos bases
iraquíes donde hay tropas estadounidenses estacionadas, advirtiendo al
gobierno estadounidense y a sus aliados en la región que se abstengan de
represalias.
Los ataques iraníes representan una enorme escalada en las tensiones
que han ido en aumento constante en todo Medio Oriente en los últimos
meses después de la decisión del presidente Donald Trump de retirar
unilateralmente a su país de un acuerdo nuclear entre Teherán y las
potencias mundiales.
La televisión estatal de Irán señaló que el ataque fue en venganza
por la muerte del general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani,
cuyo funeral el martes dio pie a llamados a vengar su muerte.
La muerte de Soleimani y los ataques con misiles también representan
la primera ocasión en los últimos años en que Washington y Teherán
intercambian ataques directos en la región.
La ofensiva incrementó la posibilidad de un conflicto abierto entre
los dos países, que han sido enemigos desde los primeros días de la
Revolución Islámica en Irán en 1979. Funcionarios estadounidenses
confirmaron los ataques, aunque Irán sólo ha reconocido haber atacado
una base. De momento no había reportes sobre víctimas.