Con la llegada del nuevo año vienen colosales
desafíos de política exterior para el presidente Donald Trump, justo
cuando enfrenta un juicio político en el Senado y una dura campaña para
la reelección.
No hay fin a la vista a la guerra en Afganistán, Corea del Norte no
ha renunciado a sus armas nucleares y siguen las tensiones con Irán. Al
mismo tiempo se agravan las repercusiones de la decisión de Trump de
retirar fuerzas de Siria, se han deteriorado las relaciones con Rusia y
Turquía y crece la desconfianza de la Unión Europea y otros países
aliados. Trump de por sí es muy impopular en el exterior, y al tener que
lidiar con un impeachment y con una campaña electoral no tendrá tanto
tiempo para resolver complejos dilemas como el poderío nuclear
norcoreano. Algunos países probablemente decidirán esperar a ver qué
pasa en las elecciones de noviembre antes de entablar acuerdos con EEUU.