Un hombre armado con un cuchillo se atrincheró en de un
bar del centro de Río de Janeiro y mantiene a varios rehenes en su
interior, según confirmó este viernes la policía.
Al menos tres personas continúan en el interior del local, conocido
como el Bar da Preta y situado en el céntrico barrio de Lapa, y cuatro
ya fueron liberadas después de cinco horas de negociaciones, de acuerdo
con las autoridades.
El
Batallón de Operaciones de la Policiales Especiales (BOPE) de la
Policía Militar se desplazó hasta lugar para negociar con el hombre,
quien según algunos testigos tendría una botella con gasolina.
“Es posible que dentro de un bar cerrado él tenga otros instrumentos
que puedan hacer mal o herir a algunas personas”, explicó un portavoz de
la Policía Militar.
Las autoridades investigan las causas que llevaron al hombre a hacer
siete rehenes, entre ellos dos trabajadores de la empresa estatal de
comunicación EBC, la tarde de este viernes en el barrio de Lapa, uno
zona repleta de bares y visitadas por numerosos turistas brasileños y
extranjeros.
Una de las hipótesis que baraja la policía es que el secuestrador
habría acudido al bar como venganza tras un malentendido con uno de los
funcionarios del mismo.
El pasado mes de agosto el secuestro de un autobús en el puente de
Niterio de Río de Janeiro terminó con el asaltante muerto por el disparo
de un francotirador de elite apostado sobre un camión de bomberos.
El suceso generó una gran polémica ya que, poco después de la muerte
del asaltante y nada más aterrizar sobre la autopista que alberga el
puente, el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, dio un salto y
levantó el puño en señal de victoria.
Witzel, juez de carrera y antiguo infante de la Marina, ha sido
criticado por su exacerbado uso de la contundencia policial para
combatir la criminalidad y su gesto fue duramente condenada por las
organizaciones de derechos humanos de Brasil.