La
testosterona adicional aumentó la masa muscular magra y mejoró la
resistencia al correr en un grupo de 48 mujeres atléticas que no son de
élite, informaron los investigadores esta semana en el British Journal
of Sports Medicine.
Lo que eso significa para los atletas de
élite sigue sin estar claro, informa Inverse, especialmente en el caso
de atletas de alto perfil como la corredora sudafricana Caster Semenya, que tiene una afección que causa niveles elevados de testosterona.
Ella ha sido excluida del Campeonato Mundial de Atletismo de este año debido a esos niveles, y la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) quiere prohibir a Semenya, competir contra otras mujeres.
Pero
el documento tiene sus detractores: algunos argumentan que su
configuración experimental no es relevante para mujeres como Semenya
(porque su condición cambia la forma en que la testosterona afecta su
cuerpo), y otros señalan que los fondos para el estudio provienen de una
organización vinculada a la IAAF.