Casi desahuciados en mayo. Campeones en octubre.
Dirigidos por
Dave Martínez, los Nacionales de Howie Kendrick, Anthony Rendón y
compañía completaron una larga travesía a contracorriente. Y
consiguieron el título de la Serie Mundial por primera vez en su
historia con una nueva remontada, esta vez en el séptimo juego.
Kendrick
y Rendón dispararon sendos jonrones en el séptimo inning y Washington
revirtió un déficit de dos carreras para vencer el miércoles 6-2 a los
Astros de Houston, con lo cual se coronó en el Clásico de Otoño.
“Es un grupo de chicos resistentes e implacables”, afirmó Martínez. “Ha peleado todo el año”.
Con
todos los ojos puestos en Max Scherzer y su notable recuperación tras
recibir inyecciones de analgésicos, los Nacionales aprovecharon su
oportunidad en una Serie Mundial donde el equipo visitante ganó cada uno
de los siete duelos, algo inédito en la historia de las Grandes Ligas y
de los principales deportes profesionales de Estados Unidos.
Y
en otro hecho sin precedente, el dominicano Juan Soto y los empeñosos
Nacionales remontaron para ganar cinco juegos de vida o muerte en esta
postemporada.
“¡Qué historia!”, exclamó Ryan Zimmermann, el
primer reclutado por los Nacionales durante un draft, en 2005. “Espero
que D.C. esté listo para que lleguemos a casa”.
Stephen
Strasburg, Patrick Corbin y los Nacionales llevaron a la capital
estadounidense su primer cetro de la Serie Mundial desde que Walter
Johnson consiguió la corona con los Senadores en 1924.
Esta
franquicia se fundó como los Expos de Montréal en 1969, cuando las
Grandes Ligas se expandieron al norte de la frontera. El equipo con
gorras tricolores jugaba entonces en el Jarry Park.
En 2005, se
mudó a la capital estadounidense, que había carecido de equipo en las
mayores durante más de tres décadas, luego que los Senadores
desaparecieron por segunda vez para transformarse en los Rangers de
Texas.
Y el increíble recorrido que siguieron estos Nacionales era algo que nadie pudo imaginar.
Habían
perdido como agente libre a su estrella Bryce Harper, y enfrentaban
serias dudas con el bullpen. Comenzaron la campaña con una foja de
19-31.
Ahora, Martínez es el segundo piloto boricua en ganar el
Clásico de Otoño en forma consecutiva. Alex Cora se había coronado el
año anterior con los Medias Rojas de Boston.
Los Nacionales acuñaron un lema que comenzó a aparecer en sus camisetas: “Sigue en la pelea”.
Y
durante meses, no se cansaron de seguirlo al pie de la letra. Se
colaron en el Juego de Comodines y pelearon hasta obtener el cetro.
Para
los 43.326 espectadores en el Minute Maid Park de Houston, la noche
trajo conmoción y decepciones. Estuvieron muy cerca de ver la segunda
coronación de los Astros en tres años.
Pero la ventaja se evaporó repentinamente.
Por
los Nacionales, los dominicanos Soto de 4-2 con una anotada y una
producida, Víctor Robles de 4-1 con una anotada. El venezolano Asdrúbal
Cabrera de 3-1.
Por los Astros, los venezolanos José Altuve de
5-1, Robinson Chirinos de 4-0. Los cubanos Yuli Gurriel de 4-2 con dos
anotadas y una empujada, Yordan Álvarez de 3-1. El puertorriqueño Carlos
Correa de 4-2 con una remolcada.
Las 13 carreras impulsadas de
Juan Soto es la cifra más alta en la postemporada por un jugador antes
de cumplir 22 años, pasando a Miguel Cabrera.
Soto es séptimo
jugador menor de 22 años con tres juegos de múltiples hits en una sola
Serie Mundial (1ro desde Édgar Rentería en 1997).
Este fue el
primer título de los Nacionales en 50 años de historia de la franquicia,
además de convertirse en el sexto equipo que llega a los playoffs como
comodín y se lleva la corona junto a los Marlins (1997 y 2003),
Angelinos (2002), Medias Rojas (2004), Cardenales (2011) y Gigantes
(2014).
Por su parte, los Astros perdieron la oportunidad de
llevarse su segunda título en los últimos tres años, luego de coronarse
en 2017.