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El gobierno hace frente en 8 meses a su período más difícil

El 2019 ha sido un año agitado para el gobierno del presidente Danilo Medina por al menos 14 sucesos que ha tenido que enfrentar y dar respuesta, de índole político, judicial, social o acciones adoptadas por los funcionarios que encontraron el rechazo de la ciudadanía y generaron protestas, empañando algunos la imagen de la República Dominicana.
Estos hechos han puesto a prueba la capacidad de las instituciones del gobierno para enfrentar rápidamente y de forma contundente el narcotráfico, la corrupción, la seguridad ciudadana, proteger la frontera y a la vez contrarrestar campañas negativas a nivel internacional.
Todos estos hechos han ocurrido faltando un año para que el presidente Medina concluya su segundo período que comenzó en el 2016, un año después de impulsar una modificación de la constitución que le permitió repostularse por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), por lo que ya lleva siete años en el poder.
Fue precisamente el tema de la reelección presidencial y de una posible reforma a la Carta Magna que lo puso a chocar no solo con sectores externos, sino también con dirigentes y legisladores de su mismo gobierno y de su partido, que durante semanas protestaron frente al Congreso Nacional y pusieron en marcha una campaña contra la modificación constitucional, bajo la consigna de “La constitución no está en venta”.
Pero las aguas de ese escarceo se pararon el 22 de julio, día en que, por presiones tanto locales como extranjeras, el presidente Medina anunció al país que no iba a optar por un nuevo período, para lo cual tuvo entre sus opositores al presidente de su partido, Leonel Fernández, quien es precandidato a la presidencia en procura de agotar un cuarto mandato.
Fernández encabezó un acto frente al Congreso en contra de una reforma a la Constitución, días después de que se produjeran disturbios por parte de decenas de opositores a la modificación de la Carta Magna, que fueron dispersados con bombas lacrimógenas, que afectaron al diputado leonelista Henry Merán, quien tuvo que ser internado.
El tema de la reelección produjo enfrentamientos entre funcionarios que estaban a favor y en contra y se llevó de paso al ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, por haber expresado su desacuerdo con un cambio en el texto constitucional.
En el país había cierta tensión ante el silencio que había guardado el mandatario y los pronunciamientos y aclamaciones de funcionarios y allegados al gobierno a favor de que se variara la Carta Sustantiva para que Medina fuera habilitado para aspirar por un tercer período.
La noche del 22 de julio, Medina se dirigió a la nación y anunció que no iría tras una repostulación.
“Creo firmemente que, por más que ame servir a nuestra patria desde la presidencia de la República, por más que desee seguir trabajando a favor del pueblo dominicano, hay normas y principios que trascienden la labor de un hombre o de un gobierno, y es nuestra responsabilidad preservarlos”, dijo en la ocasión.

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