Las prohibiciones realizadas por parte de la Oficina para el
Reordenamiento del Transporte (Opret) de no promover actos religiosos y
políticos en las instalaciones de Metro y el Teleférico de Santo Domingo
han provocado opiniones ambivalentes de los usuarios de estos medios de
transporte.
La Opret dio a conocer “El Manual de Usuarios de los Servicios de
Metro y Teleférico de Santo Domingo”, que tiene entre uno de sus puntos
de prohibición la realización de cantos, actos, oraciones o discursos de
proselitismo político o religioso, que afecten la tranquilidad está
restringido
Los lectores de LISTÍN DIARIO tienen comentarios variados, algunos
dicen que deberían prohibirse las acciones proselitistas en el Metro,
mientras que otros están de acuerdo con las predicas y la difusión de
este tipo de información en el sistema de transporte utilizado por miles
de usuarios a diario.
Maritza Morel Tejada manifestó que no cree que deba prohibirse,
porque en ocasiones hay personas angustiadas y turbadas que pueden
salvar su vida a través de un mensaje cristiano.
“Pienso que no se debe prohibir predicar la palabra de Dios, a veces
almas perdidas se reencuentran con Dios porque alguien le prédica en
momento de que iba a tomar una mala decisión”, dijo Porfirio Pérez.
Rosa Yvelisse Torres Báez indicó que no está de acuerdo con esta
medida. “A veces salimos a la calle con la cabeza vuelta un 8 y es muy
bueno escuchar un mensaje que viene de Dios, eso ayuda, pero no estoy de
acuerdo en que lo cojan como negocio si usted va a dar la palabra
después no salga pidiendo dinero”.
Por otro lado, Ezequiel Corporán afirmó que no a todo el mundo le interesa escuchar mensajes que van en contra de su doctrina.
“Me da pena este país ya que la mayoría no sabe interpretar leyes,
algo es libertad de expresión y otro es el libertinaje. No toda persona
tiene que escuchar mensajes religiosos o políticos que vayan en contra
de su doctrina, para eso están sus respectivos lugares y ojo no soy ateo
para que no quieran dañar el argumento”, comunicó.
Mientras que Nayeli Rosario explicó que ha sido la mejor noticia que
ha recibido y que no está de acuerdo con que predicadores vociferen en
los vagones.
“Considero que para todo hay un lugar y se debe respetar, no está
bien que un predicador desde temprano en la mañana se la pase
vociferando, haciendo un ruido molestoso que afecta la tranquilidad de
los pasajeros; si van a predicar su dogma, fácil, que lo hagan en su
iglesia, estoy más que segura que ahí nadie se quejará del ruido que
hagan”, argumentó.
Mercedes Luisa Sánchez García publicó en la sección de comentarios de
LISTÍN DIARIO que está de acuerdo que se siga hablando de la palabra de
Dios en el Metro, sin embargo no considera lo mismo de los actos
políticos.
“Siempre en el metro se ha predicado la palabra de Dios. Hay personas
que suben al metro y predican y nunca lo han prohibido”, añadió Sánchez
García.
Carlos Haché dijo en Facebook que felicita a quien tomó la medida,
porque las predicas solo deberían hacerse en la iglesia o en un parque.
Otras de las prohibiciones es el uso de cigarrillos dentro del metro,
consumir alimentos y bebidas en las instalaciones y la venta de
productos.
Asimismo, manipular, destruir o deteriorar de forma directa o
indirecta cualquier momento del sistema o de la Entidad Transportadora,
entre otras medidas.