Estados Unidos aseguró este miércoles que China reiteró su
"compromiso a aumentar" las compras de productos agrícolas
estadounidenses al término de una nueva ronda de negociación comercial
sin resultados sustanciales, y que las conversaciones se retomarán a
comienzos de septiembre en Washington.
"La delegación china confirmó su compromiso para aumentar las compras
de exportaciones agrícolas de EE.UU. Los encuentros fueron
constructivos, y esperamos que las negociaciones sobre un acuerdo
comercial ejecutable continúen en Washington a comienzos de septiembre",
indicó la Casa Blanca en un comunicado, sin ofrecer precisiones.
Asimismo, informó que "las dos partes discutieron temas como la
transferencia forzada de tecnología, los derechos de propiedad
intelectual, servicios y barreras no arancelarias".
La nueva ronda de conversaciones tuvo lugar esta semana en Shanghái sin que se registrasen avances en la disputa comercial.
Por parte de EE.UU., encabezaron la delegación el representante de
Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven
Mnuchin, mientras que por China lo hicieron el viceprimer ministro, Liu
He, y el ministro de Comercio, Zhong Shan -quien no participó en las
anteriores rondas-, considerado parte de la línea dura del Partido
Comunista de China (PCCh).
A la par que ambas partes estaban sentadas en la mesa de negociación,
el presidente estadounidense, Donald Trump, volvía a criticar esta
semana a Pekín por "cambiar siempre lo acordado" para su beneficio, así
como retrasar deliberadamente la firma de un acuerdo con la esperanza de
que en las elecciones de 2020 gane el candidato demócrata.
"El problema para ellos si esperan, sin embargo, es que si cuando yo
gane, el acuerdo que conseguirán será mucho más duro que lo que ahora
negociamos... o no habrá acuerdo", amenazó en su cuenta de Twitter.
El encuentro de esta semana en Shanghái fue el primero de alto nivel
desde que el pasado 29 de junio del presidente Trump y su homólogo
chino, Xi Jinping, se reunieron en el marco de la cumbre del G20 en
Osaka, Japón.
Las negociaciones se habían detenido en mayo, y Trump subió del 10 al
25 % los aranceles a 200.000 millones de productos chinos, lo que llevó
a Pekín a imponer tasas a productos estadounidenses por valor de 60.000
millones.
Las tensiones entre EE.UU. y China tienen sus raíces en el
desequilibrio de la balanza comercial a favor de China, que exporta
419.000 millones de dólares más de lo que importa desde Estados Unidos, y
que Trump asegura que se debe a las injustas prácticas comerciales del
gigante asiático.