Líderes comunitarios de aquí, denunciaron la eminente destrucción de
un yacimiento arqueológico del siglo XVI de vital importancia para la
memoria histórica y el patrimonio cultural del país, el cual podría
desaparecer por las actividades de extracción de agregados para la
construcción que se realiza en esa zona ante la indiferencia del
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El espacio de memoria está constituido por lo que fuera
parte de una plantación azucarera del siglo XVI, propiedad de Diego
Caballero, Primer Secretario de la Real Audiencia de Santo Domingo, el
cual pudiera ser destruido con la puesta en marcha del proyecto minero
que, además, crearía una problemática ambiental y comunitaria en el
municipio de Nigua.
Darío Solano, del Comité Pro-Desarrollo de Nigua y la Junta de
Vecinos Profesora Graciela De León, al dar la alerta, responsabilizan al
Ministerio de Ambiente por haber otorgado, de manera irregular un
permiso ambiental al Proyecto Minero Rodríguez Almánzar, ubicado en la
Hacienda María, en el municipio San Gregorio de Nigua.
Indicaron que el proyecto es administrado por el empresario Tile
Báez, quien se ha empeñado en destruir los vestigios que se encuentran
en el área geográfica, la cual es contigua a la zona de amortiguamiento
del Área Nacional de Recreo Boca de Nigua.
Darío Solano, también miembro del Comité Dominicano de La Ruta del
Esclavo de UNESCO, aporta con la denuncia haciendo un llamado a los
Ministerios de Medio Ambiente y Cultura, y al ayuntamiento de Nigua a
intervenir inmediatamente para paralizar, “de una vez y por todas”,
cualquier actividad que atente o ponga en riegos la integridad del
patrimonio cultural.
“Sería una insensatez y una irresponsabilidad institucional si este
proyecto no es detenido a tiempo”, expresó Solano, quien advirtió,
mientras hablaba en un encuentro con comunidades locales de Nigua, que
esta explotación pondría al país en una situación de descredito frente a
organismos internacionales que luchan por preservar el patrimonio
cultural y natural de la humanidad.
Expuso sobre la necesidad de preservar los recursos culturales y
garantizar una relación armónica con los activos naturales. Propuso
crear un modelo de desarrollo comunitario basado en el uso de este
patrimonio cultural y con espacios ecológicos que impacten en la
comunidad desde una perspectiva socialmente aceptable y ecológicamente
sustentable, no para provecho de intereses particulares.
Planteó la necesidad de la elaboración y puesta en ejecución de “un
plan de gestión del patrimonio cultural de Nigua” que tienda a normar la
preservación de los recursos culturales y naturales enclavados en esta
localidad.
Solano reiteró que resulta inconcebible que un proyecto de esta
naturaleza, que lesiona el interés colectivo como es la explota de esta
mina de agregados, se ponga a escasos metros del único Banco de Semillas
Endémicas y Nativas que existe en el país, que –paradójicamente- es una
dependencia del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y que
forma parte del monumento histórico ingenio de Diego Caballero, el cual
se encuentra en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial.