NACIONAL
El Fondo Monetario Internacional espera que el crecimiento de la
economía dominicana se acelere a 5.5 por ciento en 2018, gracias a un
mayor crecimiento del crédito y a condiciones externas más favorables, y
que permanezca alrededor de su potencial en torno a 5 por ciento en el
mediano plazo.
Así lo establece la declaración de la misión del FMI que recientemente
visitó el país en el marco de la Consulta del Artículo IV de 2018, que
afirma que el ritmo de crecimiento comenzó a recuperarse luego de la
flexibilización monetaria de mediados de año, lo que permitió a la
economía crecer 4.6 por ciento en 2017, luego de que el crecimiento por
encima del potencial en los años 2014-16 se viera ralentizado durante el
2017 a causa de una desaceleración cíclica de la demanda interna, el
impacto de fenómenos atmosféricos y otros factores.
La declaración de la misión establece que el empleo y los salarios
reales continúan recuperándose, mientras que la tasa de desempleo
descendió a 5.1 por ciento, muy cerca de su mínimo histórico. La
inflación retornó al rango meta del Banco Central, donde se proyecta que
permanecerá a lo largo del horizonte de política.
No obstante, observa que persisten riesgos en torno a estas perspectivas
económicas y que los principales se derivan de precios mundiales del
petróleo más altos, condiciones financieras en el mundo más restrictivas
de lo previsto y una demanda externa más débil de lo esperado. Si bien
las reformas en marcha continúan fortaleciendo el marco de políticas,
existen aún vulnerabilidades estructurales que limitan la capacidad de
las políticas económicas de absorber choques y aumentan la
vulnerabilidad ante estos riesgos externos.
Asegura que el principal desafío de cara al futuro es acelerar las
reformas a fin de crear resiliencia contra estos riesgos, elevar el
crecimiento potencial y reducir aún más la pobreza y la desigualdad.
Plantea que son bienvenidos los esfuerzos realizados por el Gobierno
para fortalecer la posición fiscal, pero indica que se requieren medidas
de consolidación más significativas para abordar las debilidades
fiscales estructurales. Las medidas recientes para fortalecer la
administración tributaria y aduanera están ayudando a aumentar los
ingresos fiscales. Sin embargo, estas resultarían insuficientes para
revertir la dinámica alcista de la deuda frente al endurecimiento en las
condiciones financieras mundiales, precios de petróleo en aumento y una
mayor carga del servicio de la deuda.
Afirma que en este contexto, se requerirán mayores esfuerzos para
reconstruir la capacidad de las finanzas públicas para amortiguar
choques, tomando en cuenta el impacto social y sobre el crecimiento en
la composición del proceso de consolidación fiscal. “Esto significaría
centrar el ajuste sobre la ampliación de la base impositiva, incluyendo
la focalización de exenciones e incentivos fiscales, y la simplificación
del sistema tributario a la vez que se protege a los más vulnerables.
Los ahorros que resulten de una carga de intereses más baja podrían
entonces destinarse a aumentar el gasto social y la inversión pública”.
explica.
Apunta que un marco de política fiscal más robusto apuntalaría los esfuerzos para mejorar la posición fiscal.
“Un marco fiscal a mediano plazo, anclado en objetivos de sostenibilidad
de más largo plazo, contribuiría a reducir la incertidumbre de política
y reforzaría más su credibilidad ante los agentes económicos. Esto
debería complementarse ampliando la cobertura y periodicidad de las
estadísticas fiscales”.
En ese sentido, saluda los esfuerzos en marcha para avanzar en estas
áreas, incluyendo alinear las estadísticas fiscales con las normas
internacionales y desarrollar un marco de política de mediano plazo, así
como las reformas recientes para mejorar la gestión financiera pública y
fortalecer la transparencia en el proceso de compras y contrataciones
públicas.
Destaca que el esquema de metas de inflación del Banco Central está
dando buenos resultados y la posición neutral de política monetaria es
apropiada.
Asimismo, resalta que la Misión ve con beneplácito los avances recientes
para incrementar los niveles de reservas internacionales, con la
fortaleza actual de la posición externa (que ha alcanzado el menor
déficit de cuenta corriente en más de una década), brindando una
oportunidad importante para continuar estos esfuerzos.
También entiende que las sólidas reformas regulatorias y de supervisión
adoptadas hace 15 años, desde la crisis bancaria, han fortalecido el
sector financiero.
Exhorta a que esos esfuerzos deberán ser complementados con reformas
para alinear plenamente la supervisión y el marco regulatorio a las
mejores prácticas internacionales y fortalecer la gestión de riesgo
bancario.
Finalmente, aprecia la reciente promulgación de la Ley de Mercado de
Valores, así como el fortalecimiento reciente del marco anti-lavado de
activos, y el énfasis constante sobre su efectiva aplicación reforzará
aún más la transparencia en el sistema financiero
Por otro lado, señala la importancia de aumentar el potencial de
crecimiento de la economía para apoyar un más rápido crecimiento del
ingreso y encarar los desafíos sociales restantes.
PERIODICO HOY
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