NACIONAL
El Estado dominicano perdería más de RD$637,420,000 luego de que la
Dirección General de Impuestos Internos (DGII) dejara vencer una deuda
de impuestos acumulada por la empresa Dream Casinos Corporation.
La
información descansa en varias solicitudes de prescripción - a las que
Diario Libre tuvo acceso-, hechas a Impuestos Internos por Edward
Zbigniew Kremblewski, en representación de Andrew Pajak, exgerente de la
referida compañía con respecto a las deudas que entre julio de 2012 al 5
de noviembre de 2014 generaron los casinos que manejaba la empresa.
En
cartas dirigidas al director de la DGII, Magín Díaz, entre los días 7 y
10 de noviembre de este año, Dream Casinos pide la prescripción de las
deudas acumuladas con las operaciones de los casinos con los mismos
nombres ubicados en los hoteles Hamaca, Grand Oasis Marien, Punta Cana
Grand, Riu Bachata, Riu Palace, Fiesta Palace y el casino Dominicus,
instalado en Bayahíbe.
La deuda correspondiente a los impuestos
de casinos, máquinas tragamonedas y retenciones de bancas y casinos,
tuvieron origen cuando la empresa Dream, de dueños canadienses, operaba
12 casinos (hasta la fecha se creía que eran once) en seis provincias
del país, y ahora solicitan la extinción mediante la aplicación de los
artículos 21 al 25 de la Ley 11-92 del Código Tributario Dominicano, que
hace referencia a la prescripción, acción que priva al Estado de la
posibilidad de exigir el desembolso de los tributos adeudados.
Conforme
al referido reglamento, los requerimientos del pago de impuestos
prescriben a los tres años, y sólo se interrumpe por la notificación de
la obligación tributaria efectuada por el sujeto pasivo, realizada ésta
por la administración; por el reconocimiento expreso o tácito de la
obligación hecho por el sujeto pasivo, sea en declaración tributaria,
solicitud o en cualquier otra forma o por la realización de cualquier
acto administrativo o judicial tendiente a ejecutar el cobro de la
deuda.
“Si durante este tiempo la DGII identificó que hubo un
incumplimiento y le manda una carta, esa notificación interrumpe la
prescripción, sin embargo, si nunca lo hizo, se cumple la prescripción”,
explicó a este diario una economista experta en el manejo tributario,
quien prefirió mantener su nombre en el anonimato.
Los
representantes de Dream Casinos hacen la solicitud, basados en que de
noviembre de 2014-cuando la empresa dejó de funcionar- al mismo mes en
2017, se cumpliría el tiempo establecido para la prescripción del cobro
de la deuda de impuestos que mantienen con el país, según resaltan en su
solicitud.
Casinos Dream quebró luego de que a finales de 2014
se viera en medio de un escándalo internacional, tras descubrirse una
estafa hecha supuestamente por los hermanos canadienses Francesco y
Antonio Carbone, a uno de los inversionistas más importantes de Canadá
Michael Degroote, quien se dice entre 2010 y 2014, invirtió alrededor de
US$112 millones para negocios en juegos de azar en República
Dominicana, pero no le reportaron las ganancias.
La empresa llegó
a manejar, además, alrededor de 1,000 bancas de apuesta en todo el
territorio nacional. En enero de 2015, se dieron a conocer las
actividades fraudulentas en las que se veía involucrado Casinos Dream en
el país, y es cuando la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice,
solicita prisión preventiva contra Antonio Carbone, por presunto intento
de homicidio al administrador de los casinos, Fernando Báez Guerrero.
Andrew Pajak fue acusado de fraude en las cortes de Ontario, Canadá,
junto a los Carbone, mientras en agosto de este año el empresario
canadiense Antonio Carbone, fue condenado a 20 años de prisión en suelo
dominicano.
Durante el proceso de investigación, DL tuvo acceso a
una solicitud que se hizo en 2014 a una empresa consultora en la que se
desglosa la deuda que mantenía Dream en la DGII. De acuerdo a este
informe todos sus casinos quedaron con deudas pendientes; la mayor es de
RD$21,316,308.54 y la ostentaba el casino Diamante, le seguía el Matum
con RD$15,221,618.06, Dominicus y Riu Palace, respectivamente, con
deudas de casi RD$7 millones, Coral Costa Caribe con RD$6,021,694.58, la
de Jack Tar, Diamante Gran Oasis Marien y Hamaca, superaban los RD$5
millones y Diamante Punta Cana Grand y casino Fiesta Palace, con cerca
de RD$5 millones. Aparece, además, una deuda por RD$2,574,999.60 con el
nombre específico de Dream Casinos Corporation SRL, lo que suma
RD$84,767,518.11 el acumulado adeudado hasta ese año.
El
compromiso económico que mantenían estos casinos, de acuerdo al informe
de la consultora, estaría generando recargos e intereses, los cuales se
contabilizaban hasta 2014 en RD$72,241,948.11. Un monto que a 2017 debió
ascender pues según nos informaron a esta deuda de más de RD$157
millones en el primer mes de atraso se le debió aplicar un 11.10% de
recargo e interés y del segundo mes en adelante un 5.10%. Solo el casino
Costa Caribe, del hotel Coral Costa Caribe, se confirmó que el monto
subió cuatro veces la cantidad adeudada pasando de RD$6,021,694.58 en
2014 a RD$27, 140,000 a la fecha.
En el caso específico del
casino Riu Palace, ubicado en Higüey, la deuda se estuvo generando hasta
junio de 2016 y en la actualidad se encuentra en el Departamento Legal
de la DGII.
Un cálculo rápido utilizando el referido por ciento
indica que esos RD$157 millones estarían generando unos RD$8 millones de
interés mensual que a la fecha podría ya alcanzar los RD$637,420,000
millones.
El pago de impuestos de los casinos es una acción que
debe efectuarse directamente en Impuestos Internos conforme lo establece
la Ley 351-64. Los gravámenes que generan se pagan por máquinas
tragamonedas y mesas, según explica el director de Casinos y Juegos de
Azar, Oscar Chalas, quien además revalidó la existencia de la deuda
dejada por Dream Casinos, que estima supera los RD$100 millones.
“Perseguir
el cobro de esa deuda era una competencia directa de Impuestos
Internos”, manifestó Chalas ante la interrogante del manejo de las
autoridades para hacer cumplir el pago que debía hacerse los días cinco
de cada mes.
El pago de los Casinos Dream pasó por alto durante 28 meses y 840 días entre 2012 y 2014 período en el que se formuló la deuda.
Sin
embargo, oficiales de control de contribuyentes consultados
coincidieron en que Dream recibía la notificación de manera electrónica.
Según
información recibida, para ese período la Oficina de Grandes
Contribuyentes coordinaba y distribuía la responsabilidad de cobrar en
las zonas donde habían casinos y un representante de la unidad le daba
seguimiento a los casinos, si incumplían le otorgaban un plazo de cinco
días para pagar.
Varias fuentes apuntan su dedo acusador a la
desidia del cobro de esta deuda a Roberto Rodríguez Estrella, quien fue
subdirector de jurídica en la DGII y fungía como enlace entre esta
entidad y la Comisión de Casinos, y al exdirector de la Dirección de
Casinos, Rafael Hernández. A pesar de que los representantes de los
Casinos Dream están conscientes de la deuda que dejaron así como las
actuales autoridades de la Dirección de Casinos, a la vista del público
no aparece registrada. Un rastreo en línea hecho a once de los doce
casinos indica que su régimen de pago es normal.
0 Comentarios