SANTIAGO. Un nuevo
fuego originado la noche del pasado sábado en el vertedero que opera en
la localidad de Guazumal Arriba, del municipio de Tamboril, causó una
densa humareda que se extiende a varios kilómetros, afectando otros
municipios de esta provincia.
Residentes en Camp David, Gurabo, Jacagua y otros lugares de la parte norte de Santiago son afectados por la cortina de humo que produce ese depósito de basura.
Los residentes en comunidades cercanas al recinto se quejaron del poco interés que, según dicen, han mostrado el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Alcaldía de Tamboril para sofocar el siniestro.
Dijeron que los bomberos acudieron al lugar cuando se originó el incendio, pero ayer domingo no se presentaron a terminar de sofocar las llamas.
“Ellos vinieron con dos o tres camiones de bomberos cuando comenzó el fuego, pero hoy –ayer– no se asomaron por aquí”, declaró Juana Cruceta, residente en ese entorno.
Tanto Cruceta como otros vecinos consultados por reporteros de este diario asumen que el humo es el resultado de la quema de desperdicios sólidos en esa zona, una actividad atribuida a los denominados “buzos”.
Indicaron que esa es una situación recurrente y que cada vez que se produce el fuego y la humareda muchos lugareños tienen que abandonar sus hogares y refugiarse en casas de familiares y amigos.
Exigieron a las autoridades de Medio Ambiente cumplir el compromiso asumido hace casi un año de cerrar el depósito de basura que allí opera a cielo abierto.
Residentes en Camp David, Gurabo, Jacagua y otros lugares de la parte norte de Santiago son afectados por la cortina de humo que produce ese depósito de basura.
Los residentes en comunidades cercanas al recinto se quejaron del poco interés que, según dicen, han mostrado el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Alcaldía de Tamboril para sofocar el siniestro.
Dijeron que los bomberos acudieron al lugar cuando se originó el incendio, pero ayer domingo no se presentaron a terminar de sofocar las llamas.
“Ellos vinieron con dos o tres camiones de bomberos cuando comenzó el fuego, pero hoy –ayer– no se asomaron por aquí”, declaró Juana Cruceta, residente en ese entorno.
Tanto Cruceta como otros vecinos consultados por reporteros de este diario asumen que el humo es el resultado de la quema de desperdicios sólidos en esa zona, una actividad atribuida a los denominados “buzos”.
Indicaron que esa es una situación recurrente y que cada vez que se produce el fuego y la humareda muchos lugareños tienen que abandonar sus hogares y refugiarse en casas de familiares y amigos.
Exigieron a las autoridades de Medio Ambiente cumplir el compromiso asumido hace casi un año de cerrar el depósito de basura que allí opera a cielo abierto.
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