Una ola de calor de una intensidad y persistencia inédita en décadas
continúa azotando al centro de China, país que emitió este lunes su
alerta máxima por altas temperaturas por undécima jornada consecutiva,
recogen medios locales.
El calor afecta con especial virulencia a
las provincias del centro y el este del gigante asiático y la cuenca
del río Yangtsé, el más largo de China y el tercero del mundo y que
recorre el centro del país.
Desde el 1 de agosto, más de 200
estaciones meteorológicas situadas en lugares como Zhejiang (este),
Chongqing (centro), Sichuan (centro) y Shaanxi (centro) han registrado
temperaturas superiores a los 40 grados, informa el diario local Global
Times.
Desde julio, las precipitaciones en la cuenca del río
Yangtsé han sido un 40 % inferiores a las del mismo período del año
anterior, marcando así un mínimo desde 1961.
Sichuan, la más castigada
La
provincia de Sichuan, con una superficie algo superior a la de Suecia y
hogar de 84 millones de personas, está experimentando la ola de calor
más extrema y la menor cantidad de precipitaciones desde que existen
registros, según medios locales, situación que se agrava debido a que la
región depende de la producción hidroeléctrica para generar el 80 % de
su energía.
Sichuan comenzó la semana pasada a suspender la
actividad en numerosas fábricas por el aumento de la demanda de energía y
una producción incapaz de asumirla, y las autoridades locales han
urgido a los habitantes a que limiten el consumo de electricidad y el
uso del aire acondicionado.
Otras regiones chinas han enviado a Sichuan 50 vehículos generadores de emergencia para paliar la insuficiencia de energía.
Las
autoridades nacionales insisten en que no se repetirá la situación del
año pasado, cuando la producción industrial en algunos importantes polos
manufactureros del país se vio interrumpida por la escasez de
suministro, que llegó a traducirse en apagones en áreas residenciales en
algunas zonas del noreste.
"China nunca permitirá que vuelvan a
ocurrir incidentes del orden de cortes de electricidad a gran escala",
afirmó hace unos meses el presidente chino, Xi Jinping.
Efecto en las cosechas y estallido de incendios
La
escasez de precipitaciones también está afectando a la agricultura:
mediados de agosto es un período "clave" para algunos cultivos en el
curso medio y bajo del Yangtsé, por lo que la actual sequía "reducirá la
cosecha de soja y maíz, entre otros", declaró a medios locales Sun
Shao, experto de la Academia China de Ciencias Meteorológicas.
En
la provincia central de Hubei, atravesada por el Yangtsé, alrededor de
220.000 personas han tenido dificultades en el acceso a agua potable en
los últimos días y al menos 690.000 hectáreas de tierras de cultivo han
resultado dañadas como consecuencia de la sequía, según datos oficiales.
La
sequía, que ha causado que capitales provinciales como Nanjing (este) o
Nanchang (centro) no hayan visto ni una gota de precipitación este
agosto, ha dejado estampas como gente en Chongqing (centro) cruzando en
moto el normalmente caudaloso río Jialing, cuyo lecho ha quedado
expuesto ante el descenso del nivel del agua, o el desvelo de esculturas
budistas de 600 años de antigüedad hasta ahora cubiertas por el agua en
esa misma ciudad.
Asimismo, la sequedad ha ocasionado incendios
en áreas montañosas de Chongqing que se han saldado con la evacuación de
más de 1.500 personas tras la intervención de más de 5.000 miembros de
fuerzas de rescate, bomberos y soldados.
La sequía continuará
empeorando durante los siguientes diez días, según Sun, que agregó que
incluso podría prolongarse durante más días "en el curso medio y bajo
del Yangtsé".
El meteorólogo local Chen Lijuan explicó
recientemente que los períodos de intenso calor, que empiezan "cada vez
más pronto y acaban más tarde", podrían convertirse en la "nueva
normalidad" en el país asiático bajo "el efecto del cambio climático".
Una ola de calor de una intensidad y persistencia inédita en décadas
continúa azotando al centro de China, país que emitió este lunes su
alerta máxima por altas temperaturas por undécima jornada consecutiva,
recogen medios locales.
El calor afecta con especial virulencia a
las provincias del centro y el este del gigante asiático y la cuenca
del río Yangtsé, el más largo de China y el tercero del mundo y que
recorre el centro del país.
Desde el 1 de agosto, más de 200
estaciones meteorológicas situadas en lugares como Zhejiang (este),
Chongqing (centro), Sichuan (centro) y Shaanxi (centro) han registrado
temperaturas superiores a los 40 grados, informa el diario local Global
Times.
Desde julio, las precipitaciones en la cuenca del río
Yangtsé han sido un 40 % inferiores a las del mismo período del año
anterior, marcando así un mínimo desde 1961.
Sichuan, la más castigada
La
provincia de Sichuan, con una superficie algo superior a la de Suecia y
hogar de 84 millones de personas, está experimentando la ola de calor
más extrema y la menor cantidad de precipitaciones desde que existen
registros, según medios locales, situación que se agrava debido a que la
región depende de la producción hidroeléctrica para generar el 80 % de
su energía.
Sichuan comenzó la semana pasada a suspender la
actividad en numerosas fábricas por el aumento de la demanda de energía y
una producción incapaz de asumirla, y las autoridades locales han
urgido a los habitantes a que limiten el consumo de electricidad y el
uso del aire acondicionado.
Otras regiones chinas han enviado a Sichuan 50 vehículos generadores de emergencia para paliar la insuficiencia de energía.
Las
autoridades nacionales insisten en que no se repetirá la situación del
año pasado, cuando la producción industrial en algunos importantes polos
manufactureros del país se vio interrumpida por la escasez de
suministro, que llegó a traducirse en apagones en áreas residenciales en
algunas zonas del noreste.
"China nunca permitirá que vuelvan a
ocurrir incidentes del orden de cortes de electricidad a gran escala",
afirmó hace unos meses el presidente chino, Xi Jinping.
Efecto en las cosechas y estallido de incendios
La
escasez de precipitaciones también está afectando a la agricultura:
mediados de agosto es un período "clave" para algunos cultivos en el
curso medio y bajo del Yangtsé, por lo que la actual sequía "reducirá la
cosecha de soja y maíz, entre otros", declaró a medios locales Sun
Shao, experto de la Academia China de Ciencias Meteorológicas.
En
la provincia central de Hubei, atravesada por el Yangtsé, alrededor de
220.000 personas han tenido dificultades en el acceso a agua potable en
los últimos días y al menos 690.000 hectáreas de tierras de cultivo han
resultado dañadas como consecuencia de la sequía, según datos oficiales.
La
sequía, que ha causado que capitales provinciales como Nanjing (este) o
Nanchang (centro) no hayan visto ni una gota de precipitación este
agosto, ha dejado estampas como gente en Chongqing (centro) cruzando en
moto el normalmente caudaloso río Jialing, cuyo lecho ha quedado
expuesto ante el descenso del nivel del agua, o el desvelo de esculturas
budistas de 600 años de antigüedad hasta ahora cubiertas por el agua en
esa misma ciudad.
Asimismo, la sequedad ha ocasionado incendios
en áreas montañosas de Chongqing que se han saldado con la evacuación de
más de 1.500 personas tras la intervención de más de 5.000 miembros de
fuerzas de rescate, bomberos y soldados.
La sequía continuará
empeorando durante los siguientes diez días, según Sun, que agregó que
incluso podría prolongarse durante más días "en el curso medio y bajo
del Yangtsé".
El meteorólogo local Chen Lijuan explicó
recientemente que los períodos de intenso calor, que empiezan "cada vez
más pronto y acaban más tarde", podrían convertirse en la "nueva
normalidad" en el país asiático bajo "el efecto del cambio climático".
CREDITOS A DIARIO LIBRE
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