Me puse muy triste al enterarme que los Metros de Nueva York habían desvinculado al popular jugador dominicano Robinson Canó.
Canó
ha sido un jugador que ha representado bien el país en el Clásico
Mundial de Béisbol, en Lidom y Series del Caribe. Igualmente pienso que
llevaba una carrera de Salón de la Fama.
Aunque no apoyamos que usara esteroides, lo cierto es que todos los puntos negativos se le juntaron:
1- La suspensión.
2- Las lesiones.
3- Bajo rendimiento.
4- La edad.
Pensé
que como le quedan dos años de 24 millones de dólares, los Mets lo
dejarían en roster. En lo adelante, no se ven equipos que quieran asumir
parte de ese gran contrato de 48 millones de dólares pendientes, cuando
hay tantos novatos que te rinden por 600 mil dólares.
Eso pone a
Canó en una situación difícil, la cual lamento, y me gustaría que
regresara a los Yankees aunque sea para que se retire con ese club.
Canó, de 39 años, se perdió toda la pasada temporada al cumplir su
segunda suspensión por un caso de dopaje. Bateaba para .195 (8 hits en
41 turnos), con un jonrón, tres impulsadas y un pobre OPS de .501 en 43
apariciones al plato.
Según MLB.com, pese a su mala racha, la
decisión de desprenderse de Canó era muy complicada para los Mets — no
solo por todo el dinero que le deben.
También porque era un jugador popular en el camerino, con mucha disposición para compartir su conocimiento beisbolero.
CREDITOS A HOY
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