Se aproxima el 16 de agosto y Raquel Arbaje ya parece estar lista para asumir junto a su esposo, el presidente electo Luis Abinader, las riendas de la República Dominicana.
No
quiere populismo, no quiere un presupuesto de 900 millones de pesos, ni
un despacho con cientos de empleados, ni llamarse a sí misma “la Primera Dama de la República” ni vestir siempre elegante porque su interés es estar de cerca con las personas.
“Actualmente
el Despacho tiene aproximadamente más de 600 personas en nómina, no lo
critico porque cada persona tiene su impronta, pero yo me conformo con
seis personas”, dijo Arbaje al ser entrevistada por Carolina Santana en su espacio La Gran Pregunta.
“Yo
quiero que el gobierno funcione, no lucirme yo “¡ay la primera dama!”.
La primera dama somos todas las mujeres dominicanas”, aseguró.