Hace 50 años que una niña contestataria e inconformista, que
detestaba la sopa, llegaba a España desde su Argentina natal y enamoraba
a los apasionados del cómic con sus ganas de cambiar el mundo. Se
llamaba Mafalda.
Esta nena irreverente surgida de la mano de Joaquín Salvador Lavado
Tejón, más conocido como "Quino", aterrizó en España gracias a la
Editorial Lumen, y concretamente a su fundadora Esther Tusquets, que la
publicó en su sello fruto del rechazo de otro gran editor, Carlos
Barral, quien consideró que no encajaba en su línea editorial.
Así
lo recuerda a Efe Lola Martínez de Albornoz, la editora de Lumen, que
acaba de lanzar "El amor según Mafalda", un tratado sobre el más amplio
sentido de este sentimiento que tan bien describe, analiza y expresa
esta pequeña de populosa melena con un lazo rojo que parece dulcificar
la ironía, sarcasmo y sabiduría que rellena cada bocadillo que sale de
su boca.