El señor Juan Pilar, de 73 años, llegó a las 3:00 de la madrugada al
Laboratorio Nacional, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de
Santo, acompañado de una hija, para hacerse una prueba de PCR de
detección del COVID-19. A pesar de la hora de su llegada, le tocó el
turno 3 en la fila 3.
Pilar tuvo mejor suerte que la señora
Yolanda Morel, de 70 años, quien se puso en la fila a las 4:00 a.m,
acompañada de su esposo Alberto Diaz, de 68 años, y sus turnos a las
9:00 de la mañana eran 48 y 49.
Pilar, Morel y Díaz son tres
casos de las cientos de personas que diariamente acuden en los últimos
días al Laboratorio Nacional ansiosos por hacerse un test de
coronavirus. Muchos no logran su objetivo y se van para sus casas sin
resultados o sin haberse hecho la tan demandada prueba.