Venezuela y Nicaragua son percibidos como los países más corruptos de
América Latina, y Uruguay y Chile como los más limpios, según un
informe divugado este jueves por Transparencia Internacional (TI), que
denuncia que la región ha sido incapaz de hacer progresos
significativos.
A nivel internacional, Dinamarca y Nueva Zelanda abren el Índice de
Percepción de la Corrupción (CPI), que cierran Somalia, Sudán del Sur y
Siria, en una clasificación en la que la ONG alemana ve un “pasmoso
número” de países con una mejora mínima o nula.
La coordinadora regional para las Américas de TI, Teresita Chávez,
lamentó en una entrevista con Efe que América Latina lleve cuatro años
“atascada”, sin registrar mejoras. “Esto demuestra que la región fracasa
en la lucha contra la corrupción”, argumentó la experta, que relacionó
esta lacra con las protestas en Chile y Panamá.
A su juicio, la región latinoamericana arrostra “retos significativos
de líderes políticos que actúan en sus propios intereses a expensas de
los ciudadanos” e hizo hincapié en los problemas del financiamiento
partidario, las consultas públicas de la acción de gobierno y la
integridad electoral. La corrupción, agregó, acaba “desgastando” a la
democracia.