El obispo de la diócesis de esta ciudad, monseñor
Santiago Rodríguez, alertó sobre las amenazas que a diario son
manifestadas en distintos hechos dolorosos “que hieren, entristecen y
dividen a la familia, primer núcleo de la sociedad”.
Señaló que la familia como institución espera que “no seamos ciegos e indiferentes ante los múltiples golpes que le afectan, tales como la violencia intrafamiliar, madres e hijos y ancianos abandonados y los feminicidios”.
Sostuvo que además la familia espera que las autoridades,
especialmente el Ministerio Publico, sea más fuerte y eficaz a la hora
de perseguir, acompañar y emitir sentencias que vayan a favorecer al
victimario, perjudicando casi siempre con la muerte a la víctima.
“No
estamos de acuerdo, ni mucho menos podemos callar este mal uso de la
justicia y el poder”, expresó el líder católico en su Carta Pastoral
dirigida a la familia. El obispo Rodríguez manifestó que otro mal que
perjudica es el desempleo que constituye una de las amenazas más serias
para la vida familiar.
Entiende que esto supone un reto para la política de cada Estado y un desafío para la doctrina social de la iglesia.
El representante de la iglesia católica consideró indispensable y
urgente buscar soluciones valientes que miren más allá de las fronteras.
Dijo que a la iglesia le corresponde defender con valentía la identidad de la familia y exhortó a las instituciones competentes , especialmente a los responsables de las políticas públicas, así como también a las organizaciones internacionales, a no caer en la tentación de una aparente y falsa postmodernidad.
Dijo que a la iglesia le corresponde defender con valentía la identidad de la familia y exhortó a las instituciones competentes , especialmente a los responsables de las políticas públicas, así como también a las organizaciones internacionales, a no caer en la tentación de una aparente y falsa postmodernidad.