El
líder de una organización dedicada al lavado de dinero para el Cártel
de Sinaloa, la cual blanqueó más de 19 millones de dólares producto de
la venta de drogas en EE.UU., fue sentenciado este martes por un juez
federal en California a seis años y medio de prisión, informó la
Fiscalía.
Manuel Reynoso García fue hallado culpable por el juez William Q. Hayes de coordinar a un grupo de ocho personas que integraban la banda criminal.
Entre los sentenciados anteriormente a prisión por este caso están
Estefanía Plascencia Ponce (57 meses), Carlos Ballesteros Robles (43
meses), Gilberto Beltrán Salazar (46 meses) y Perla Alejandra Pérez
Guirado (30 meses).
También, Joaquín Enrique Ramírez Calva (37
meses), Humberto Ruiz Bernadac (24 meses) y Luis Fernando Figueroa,
quien ya cumplió su sentencia.
Este grupo recolectaba el dinero
producto de la venta de drogas en Estados Unidos para transferirlo a
México, en donde era recibido por los líderes del cártel mexicano.
La
Fiscalía del Distrito Sur de California dijo que este caso se originó
de una investigación desarrollada durante varios años por el grupo
especializado en violencia transfronteriza, perteneciente al Buró
Federal de Investigaciones (FBI).
Los agentes encargados de la
investigación aplicaron tanto técnicas de vigilancia como operaciones
encubiertas, al igual que entrevistaron a testigos e involucrados y
analizaron reportes bancarios para recolectar la evidencia presentada en
la Corte.
Los integrantes de la banda recogían el dinero en
sitios alejados de la frontera como Ohio y Nueva York. En ocasiones, una
sola persona llegó a trasladar hasta 200,000 dólares en efectivo.
Este
dinero era depositado en cuentas abiertas en sucursales bancarias de
San Diego por jóvenes de entre 18 y 23 años, que estudiaban en una
universidad de Tijuana (México), pero los fondos eran manejados por
operadores de la red que retiraban el efectivo y lo enviaban a México.
A
la vez, la organización criminal coordinaba sus comunicaciones por
medio de aplicaciones de mensajería cifradas y empresas fantasmas, a las
cuales incluso les fueron creados sitios de internet para fingir que se
trataba de negocios legítimos.
“Al rastrear e
incautar el dinero de las drogas, estamos golpeando a los carteles donde
les duele”, declaró el fiscal federal Robert Brewer en un comunicado de
prensa.
De lado, el agente especial del FBI Scott Brunner
explicó que el narcotráfico y el lavado de dinero van de la mano. “Este
caso muestra cómo al frenar el flujo del dinero producto de las drogas
hacia los carteles se desmantelan estas organizaciones criminales”.
El último de los involucrados en el caso, Manuel Alejandro García, se encuentra prófugo en México, detallaron las autoridades.