Los ejecutivos de la financiera dominicana “Cash Flow”, con sedes en Nueva Jersey y Nueva York, Raymundo Torres y Jennie Frías (a) “Jennie Castillo”, fueron acusados en la corte federal del distrito de Newark
por fraude de cuatro millones de dólares a cientos de inversionistas, a
los que les prometieron convertirlos en “millonarios” en poco tiempo,
pero 47 de las víctimas firmaron denuncias en la fiscalía, con
documentos que prueban el robo, según los fiscales.
Torres se
declaró culpable de conspiración en el esquema de la estafa el 24 de
septiembre mientras el principal ejecutivo, Edward Espinal, que es el
presidente (CEO) sigue en investigación y todavía no se le han
instrumentado cargos.
“Cash Flow”, que ha invertido millares de
dólares en publicidad para atraer a cientos de incautos, tiene como su
cara de mercadeo al actor venezolano Víctor Cámara que aparece
con frecuencia junto a Espinal en televisión, radio, periódicos, medios
digitales y en los seminarios de inversión que organiza la empresa, y es
presentado como un “socio inversionista”.
Los 47 denunciantes alegan que “Cash Flow” los engañó y estafó
tras prometerles ganancias millonarias con préstamos “blandos” en
bancos locales, pero los montos se multiplicaban y las víctimas
recibieron facturas de cientos de miles, lo que para ellos es impagable.
También
dijeron que la financiera, que vende sus paquetes como “inversión de
sociedad”, usó sus informaciones sensibles, falsificó sus firmas y
documentos para tomar el dinero de los bancos, a los que nunca han
pagado los montos totales a pesar que Espinal dijo hace meses, cuando
brotó el escándalo que “Cash Flow”, que cumpliría.
Luego Espinal
trató de desvincularse alegando que los clientes no quisieron firmar un
acuerdo, en el que todos los inversionistas resultaban perjudicados.
El grupo de denunciantes suma deudas por $2.7 millones de dólares.
Frías
fue liberada por el juez con una fianza, en tanto que Torres enfrenta
hasta 30 años en la cárcel y el pago de un millón de dólares de multa,
sino cumple un acuerdo con los fiscales federales.
María
Hernández, quien funge como portavoz de los 47 denunciantes, dijo que
las autoridades están dando los pasos correctos para ayudarlos a
recuperar el dinero.
En el comunicado oficial de la oficina del fiscal federal, Craig Carpenito,
dice que Torres, de 35 años, y residente en Nueva York, se declaró
culpable ante el juez federal Kevin McNulty por una información que lo
acusa de un cargo de conspiración para cometer fraude bancario.
“Entre
marzo de 2016 y mayo de 2018, Cash Flow Partners LLC, una empresa de
consultoría de negocios con oficinas en Nueva York y Nueva Jersey, lanzó
anuncios en internet y organizó seminarios para ayudar a los clientes a
obtener préstamos bancarios, incluidos los asegurados por la
Corporación Federal de Seguros de Depósitos (Federal Deposit Insurance
Corporation / FDIC).
Los fiscales añaden que cuando los clientes
presentaron documentación que respalda sus solicitudes de préstamos
bancarios a Cash Flow Partners, Torres y otros crearon documentos falsos
para hacer que las solicitudes de préstamos de los clientes parecieran
más viables financieramente de lo que realmente eran.
“Los empleados de Cash Flow Partners
falsificaron los registros de nómina al incluir información financiera y
laboral ficticia, como trabajos falsos, en formularios de nómina y de
impuestos del IRS. Los bancos de víctimas sufrieron pérdidas de más de
cuatro millones”, agrega el fiscal federal.
La conspiración para
cometer cargos de fraude bancario conlleva una pena potencial máxima de
30 años de prisión y una multa de un millón de dólares.
Torres será sentenciado el 8 de enero de 2020.
Jennie
Frías, de 36 años, y residente en el pueblo de Englewood en Nueva
Jersey, fue acusada por su papel en una conspiración que implicó la
creación de documentación falsa para obtener más de cuatro millones de
dólares en préstamos bancarios, explica el comunicado.
Frías
fue presentada por primera en la corte, el 25 de septiembre de 2019
ante el juez federal James B. Clark III en el tribunal federal de Newark
y fue puesta en libertad con una fianza no garantizada de 100,000
dólares.
Ella enfrenta la misma condena que Torres, pero todavía no se declarado culpable ni ha hecho acuerdos con los fiscales.