Santo Domingo, R.D. -En un panorama desgarrador, madres de jóvenes haitianos nacidos en el país luchan contra el dolor de perder a sus hijos, quienes han sido deportados a Haití, donde enfrentan un futuro incierto y peligroso. Los relatos de angustia y desesperación se multiplican en el Centro de Retención de Haina, donde cientos de haitianos, incluyendo mujeres con bebés y niños, esperan un destino incierto.
Una de estas madres, visiblemente perturbada, relató cómo sus dos hijos fueron sacados de su hogar y enviados a Haití. Uno de ellos ya fue deportado, y ella no sabe si alguna vez podrá abrazarlo nuevamente.
La incertidumbre y el sufrimiento se apoderan de los corazones de estas familias, mientras las autoridades migratorias continúan con su labor de deportación masiva, cumpliendo con la orden presidencial de sacar a 10,000 inmigrantes ilegales cada semana.
Las historias de otras familias son igualmente desgarradoras. Un hombre, cuya esposa está recluida con una bebé de solo nueve meses, no sabe qué futuro les deparará. Mientras tanto, otra madre narra cómo sus días en el centro de detención han sido una pesadilla sin fin. Viendo cómo sus hijos permanecen recluidos sin saber si algún día los volverá a ver.
Este drama humano se intensifica con el creciente número de deportaciones y la presión sobre las autoridades para cumplir con las disposiciones del gobierno. Sin embargo, las historias de sufrimiento de estas familias son el rostro más humano de una crisis migratoria. La misma sigue agobiando tanto a los inmigrantes como a los ciudadanos del país.
CREDITOS A CDN.
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