Santo Domingo, RD.- Las trabajadas sexuales en el ir y venir de su oficio enfrentan diversos desafíos, que a pesar de los innúmeros intentos, no han logrado vencer.
Con frecuencia, los debates sobre el trabajo sexual o la prostitución son polémicos y suscitan opiniones enfrentadas que acaban siempre estancadas.
Enfrentan discriminación, falta de acceso a vivienda, misoginia, agresiones y otros tantos males que evidencian la falta de derechos de estas trabajadoras. Un trabajo especial, sin duda una labor difícil, que enfrenta múltiples riesgos.
Ante esto, cada 17 de diciembre se conmemora el Día Internacional para Poner Fin a la Violencia contra las Trabajadoras Sexuales, mujeres que dan amor, ¿y qué reciben a cambio?.
Esta celebración llama a la creación de conciencia y sensibilización.
La efeméride tiene su origen en los crímenes cometidos en la ciudad de Seattle durante las décadas de 1980 y 1990, cuando el "Asesino de Green River" asesinó a más de 49 mujeres, en su mayoría trabajadoras sexuales.
En ese momento, el asesino confesó que su objetivo era "matar al mayor número posible de mujeres para limpiar las calles".
Este trágico acontecimiento inspiró la creación de este día como un homenaje a las víctimas y, con el tiempo, una plataforma para dar voz a todas las trabajadoras sexuales que sufren maltrato y abuso.
La Prostitución: Un fenómeno antiguo y sus terribles consecuencias
La prostitución es considerada "la profesión más antigua del mundo", pero rara vez se reflexiona sobre la vulnerabilidad de las mujeres que la ejercen.
La mayoría de las trabajadoras sexuales son víctimas de trata de personas, sufran explotación y las someten a condiciones inhumanas. Además, a menudo enfrentan el estigma de la sociedad, que las ve como "menos" que otros seres humanos, a pesar de tener los mismos derechos fundamentales.
Aunque muchos no aprueban esta forma de vida, es crucial recordar que el rechazo no debe recaer sobre la persona, sino sobre los prejuicios que alimentan esta condena. Estos prejuicios, frecuentemente sustentados en principios religiosos o morales, distorsionan la realidad y deshumanizan a las trabajadoras sexuales.
El Doble Abuso: explotación y estigmatización
A las trabajadoras sexuales se les llama con frecuencia "mujeres de vida alegre", un término irónico y profundamente injusto, dado que estas mujeres sufren una doble violencia: la explotación de proxenetas y la persecución de policías corruptos, que en ocasiones roban sus ganancias.
Además, enfrentan el rechazo y la condena de una sociedad que las estigmatiza, tratándolas como una de las peores "lacras sociales".
La lucha por los derechos humanos
Cada año, organizaciones en defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales salen a las calles el 17 de diciembre para exigir que se respeten sus derechos humanos. Estas mujeres, al igual que cualquier ser humano, merecen tratamiento con dignidad y respeto.
Es esencial reconocer que, más allá de las opiniones personales sobre la prostitución, ellas son ciudadanas del mundo que tienen derecho a una vida libre de violencia, abuso y explotación.
Este día no solo recuerda a las víctimas de la violencia, sino que también refuerza el compromiso de garantizar un entorno seguro, justo e igualitario para todas las trabajadoras sexuales.
CREDITOS A CDN
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