Santo Domingo. – La Navidad es una celebración que trasciende culturas, religiones y fronteras, adaptándose al espíritu y las tradiciones de cada pueblo. Aunque su esencia parece universal: una época para reunirse, reflexionar y compartir, también tiene un profundo matiz religioso que le da significado a su origen.
El programa Reporte Especial con Julissa Céspedes realizó un trabajo sobre esta época del año que conmemora el nacimiento de Jesucristo, un acontecimiento que marcó el inicio de una esperanza renovada para la humanidad.
Lo que podría parecer una simple fiesta de luces y regalos es, en realidad, un reflejo de las historias, creencias y costumbres que conforman la identidad de cada comunidad.
La Navidad no solo une a las familias, también invita a mirar hacia las raíces que los definen, recordando que, en medio de la diversidad cultural y religiosa, siempre hay un espacio para la unión, la fe y la celebración compartida de un mensaje universal de esperanza y amor.
Origen
Se trata de una de las celebraciones más importantes y universales, tiene un origen que mezcla tradiciones cristianas y paganas, reflejando siglos de historia y transformación cultural. Aunque hoy es una época de regalos, reuniones familiares y reflexión, su significado y sus raíces han evolucionado con el tiempo.
“El amor no tiene ojos, no tiene oídos, no tiene boca, no tiene nada. El amor es amor. Se da sin importar a quién sea que Dios en este tiempo derrame su gracia y derrame su amor. Sobre todo, a ti te dé aquello que tanto espera. Pero eso que tú esperas, recuerda que tiene sabor a Cristo”.
Sacerdote Wilfredo Montaño, conocido como “Padre de la Alegría”.
Antes de ser una fiesta cristiana, el 25 de diciembre estaba marcado en los calendarios como una fecha importante en el mundo pagano. En el Imperio Romano, se celebraban las Saturnales, una festividad dedicada a Saturno, dios de la Agricultura.
Esta festividad pagana marcó el modelo de lo que siglos más tarde se transformaría en la Navidad. Otro elemento asociado a la fecha es el día del nacimiento del sol invicto, una celebración que simbolizaba el resurgir del sol, tras el solsticio de invierno.
Con el crecimiento del cristianismo, la Iglesia buscó incorporar estas tradiciones para facilitar la conversión de los pueblos romanos. Así es como se estableció el 25 de diciembre como la fecha oficial para conmemorar el nacimiento de Jesús. Aunque los evangelios no especifican la fecha exacta de su nacimiento, la elección de esta fecha permitió cristianizar las festividades paganas existentes.
Evolución
Con el tiempo, la Navidad evolucionó. Aunque se estableció como una celebración religiosa, en el siglo XX se convirtió también en una festividad familiar y cultural, celebrada por creyentes y no creyentes.
En la actualidad, hablar de Navidad sin mencionar a Santa Claus es como imaginar un árbol sin raíces. Este icónico tiene un origen tan variado como las propias festividades. Además, se nutrió de mitologías y costumbres.
Lo cierto es que hoy, la Navidad es una mezcla de sus raíces: una festividad que une el simbolismo de la luz y la esperanza de las culturas antiguas con el mensaje de amor y redención del cristianismo, celebrada en diferentes formas alrededor del mundo.
A pesar de sus raíces cristianas, que conmemoran el nacimiento de Jesús, en muchos países la Navidad ha adoptado características únicas que reflejan las costumbres y tradiciones locales, y en algunos casos, ni siquiera es una festividad religiosa.
Lo curioso de la Navidad es que, aunque en muchos países la festividad sigue una línea común, cada cultura le imprime un sello propio. Se presenta no solo como una conmemoración religiosa, sino como un cúmulo de tradiciones que, aunque diferentes, comparten la esencia de la celebración: la unión familiar, la alegría y el deseo de un nuevo comienzo.
Celebración en RD
La Navidad en la República Dominicana comienza desde principios de diciembre, pero la verdadera fiesta estalla en la Nochebuena, el 24 de diciembre, y se extiende hasta el 6 de enero, cuando se celebra el Día de Reyes.
Durante este mes, la alegría invade el país con una serie de tradiciones que convierten esta temporada en un evento único, lleno de luz, música y calor humano.
Los charamicos
Cuando hablamos de Navidad en el país, es necesario hablar de charamicos, una expresión artística y cultural que captura el espíritu de la Navidad con un toque local.
Los charamicos son decoraciones hechas a mano con ramas secas, transformadas en figuras como árboles de Navidad, estrellas, ángeles y otros símbolos típicos de la temporada. Lo que los distingue es su colorido vibrante, con tonos como blanco, rojo, verde y dorado, y su capacidad de mezclar creatividad, tradición y accesibilidad.
Los charamicos surgieron como una respuesta local a los árboles de Navidad importados, que muchas veces resultaban costosos o ajenos a las tradiciones de las familias dominicanas. En lugar de imitar, estos artesanos transformaron las limitaciones en el arte, creando figuras que representan la alegría y la esperanza de la temporada.
Los nacimientos
Otra tradición de gran simbolismo durante la Navidad en República Dominicana es la colocación de los nacimientos. Estas representaciones del nacimiento de Jesús tienen un significado profundo que trasciende lo decorativo, ya que evocan valores de fe, humildad y esperanza.
En muchos hogares y espacios públicos, los nacimientos son diseñados con esmero, incorporando elementos que reflejan tanto la historia bíblica como aspectos culturales locales.
Misa del Gallo
Dentro del contexto religioso, los cantos de la iglesia también ocupan un lugar especial durante la Navidad. Las misas navideñas, particularmente la Misa del Gallo, celebradas a la medianoche del 24 de diciembre, destacan por sus himnos solemnes y jubilantes que conmemoran el nacimiento de Jesús.
Estas celebraciones combinan la espiritualidad con la tradición musical, llenando los templos de un ambiente de reflexión y alegría. Los cantos, que incluyen villancicos tradicionales y piezas litúrgicas, refuerzan el mensaje de paz y esperanza característico de esta época del año.
En lugares como la Catedral de Santa María en Santo Domingo, miles de personas se reúnen para celebrar el verdadero significado de la festividad, la llegada del Niño Jesús.
Las fiestas
En esas fechas, también, las calles se llenan de música. Estas fiestas animadas de merengue, salsa y bachata, reúnen a familiares y amigos para bailar hasta el amanecer.
Las parrandas son especiales porque son la oportunidad para que los dominicanos que viven fuera del país se reencuentren con sus seres queridos y celebren juntos la Navidad. Las ciudades más grandes incluso incluyen fuegos artificiales y espectáculos de luces.
Los aguinaldos
Los aguinaldos son otra de las tradiciones más queridas. Grupos de personas recorren las calles cantando villancicos tradicionales, visitando casa por casa mientras el aire se llena de música festiva. Este recorrido se convierte en una celebración comunitaria, con baile y bebidas calientes, creando una atmósfera alegre y de unión.
Esta práctica se ha consolidado como una de las costumbres más representativas de la época festiva en el país, y suelen realizarse en horas de la madrugada y concluyen con la tradicional reunión en torno a una taza de chocolate caliente, pan de agua y jengibre.
Cena de Nochebuena
La Nochebuena es, sin duda, el punto culminante de las celebraciones navideñas en el país. Es la gran fiesta familiar, un encuentro donde la mesa se llena de sabores tradicionales que despiertan la nostalgia y el orgullo por la cultura.
La cena navideña en la República Dominicana es una mezcla de sabores que fusiona tradiciones autóctonas y culturales, creando un banquete único que refleja la diversidad y riqueza de su gente. No es simplemente una comida; es todo un ritual cargado de significado y tradición.
En las mesas dominicanas no puede faltar el tradicional cerdo asado, conocido como lechón asao, que se prepara con esmero, marinado en una mezcla de sazones típicos como orégano, ajo, naranja agria y otras especias locales.
El cerdo asado, que puede prepararse a la puya, al horno o en caja china, le sigue el pollo horneado, sustituto del pavo debido a su costo, pero igualmente popular. El pavo horneado también se ha ido integrando a las mesas navideñas, influenciado por la tradición estadounidense.
CREDITOS A CDN
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