Santo Domingo.-La incontable cantidad de vehículos chatarras que proliferan en las calles de Villa Juana, el colapso del sistema drenaje sanitario y el ineficiente servicio de agua potable desde la década de los 70 representan las principales quejas que afloran entre los vecinos de este populoso sector.
Enclavado en el centro de la ciudad y paralelo a la avenida V Centenario, este entorno registra alrededor de dos mil negocios, la mayoría talleres de mecánica, desabolladora, pintura y venta de piezas de vehículos (muchos de estos últimos están en estado de abandono), lo que se ha convertido en un obstáculo en las vías, así como en refugio de alimañas y depósito de basura “Hace casi tres años que asumí la Junta de Vecinos Nuevo Despertar de aquí de Villa Juana porque me gusta trabajar para la comunidad, con la idea buscar solución a los problemas de las chatarras, por aquí no hay acceso para las casas, muchas con años pudriéndose en las calles y al mismo tiempo se han convertido en un vertedero y refugio de ratones y otras plagas”, comentó Daniela Contreras.
A seguidas citó el caso del área de estacionamiento de la calle Mayi Pérez esquina Manuel Ubaldo Gómez, donde opera el Centro Educativo Didascalio Santa María de la Altagracia y los autobuses escolares no encuentran como recoger a los estudiantes a la hora de salida porque la vía está obstruida por chatarras inservibles.
Drenaje
Tanto Daniela Contreras como Carmen Alcántara y muchos otros
comunitarios, narraron las vicisitudes que viven con el colapso de los
desagües, que mantiene en vilo a los vecinos porque las heces fecales y
orinas de los baños inundan el lugar, especialmente cuando llueve.
“Aquí en el patio de la Marcos Adón número 70, somos más de 20 familias y se nos llenan los filtrantes, tenemos que poner block para salir del lugar, los niños se nos enferman y nos vemos obligados que colocar fundas en las puertas de las casas para que no se nos entre el agua cloacal”, denunció Sugeri Noemí Alcántara.
“Aquí no la pasamos nadando en mierda; hay que decir la verdad: se nos rebosan los filtrantes y baños, los muchachos se enferman y el agua que cogemos con una bombita en un aljibe se contamina los lunes y viernes cuando llega”, enfatizó Yeime Alcántara Núñez.
Cisterna pública
Manuel Corporán, un profesor retirado que reside en la zona desde 1963,
rememora que en los años 70 construyeron una cisterna pública donde el
vecindario iba a abastecerse a la San Martín a buscar agua en latas.
“La situación está un chin mejor, pero está mal aún porque no debe ser que uno reciba el servicio dos días a la semana”, dijo.
Dificultad Aseo
— Otros males
Además de la falta agua deterioro de imbornales, registran dificultad
con la basura porque las chatarras obstruyen la limpieza. “Hay desechos
debajo de los carros y proliferación de ratas”, comentó Daniela
Contreras.
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