Williams Dávila, exgobernador del estado venezolano de Mérida y exdiputado del partido opositor Acción Democrática que la semana pasada fue detenido arbitrariamente por el régimen de Nicolás Maduro, se encuentra hospitalizado desde la noche del martes y “con un peligro de sepsis”, según confirmó en una entrevista con Noticias Telemundo William Dávila Valeri, hijo del dirigente.
"El cuadro médico es que estaba fuertemente deshidratado, con una infección importante, y con un peligro de sepsis", explicó Dávila Valeri, quien detalló que las autoridades no se han comunicado con la familia del líder político, de 73 años, para informarles sobre su estado de salud.
“Uno de los problemas que tiene es este peligro de infección, porque tiene unas válvulas, un stent que se le implantó en el corazón [...] Este tipo de válvulas pueden causar rechazo y complicar su problema del corazón”, afirmó Dávila Valeri, quien precisó que su padre está siendo custodiado por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), organismo encargado de la seguridad y el orden interno del país.
Venezuela vive una crisis política desde las elecciones del 28 de julio, en las que fue proclamado reelecto Maduro. La oposición denuncia que hubo fraude y divulgó actas electorales que dan como ganador a su candidato, Edmundo González Urrutia.
Un grupo de expertos de Naciones Unidas dijo el miércoles que las recientes elecciones presidenciales en Venezuela carecieron de “transparencia e integridad básicas”. Según los investigadores, el Estado venezolano ha creado un clima de temor generalizado que ha dado lugar a 23 muertes documentadas entre el 28 de julio y el 8 de agosto, la mayoría de ellas por disparos de armas de fuego. En 18 casos, las víctimas fueron hombres de menos de 30 años.
Marta Valiñas, presidenta de la Misión de la ONU para la Determinación de los Hechos en Venezuela, dijo que las denuncias deben investigarse y que, de confirmarse un abuso de la fuerza por los cuerpos de seguridad o de civiles armados progubernamentales, debe haber rendición de cuentas. “Las víctimas y sus familiares deben obtener justicia”, apuntó.
Los datos de los expertos, obtenidos del análisis de informes de organizaciones defensoras de los derechos humanos señalan que después de la elección fueron detenidas al menos 1,260 personas, incluidas 160 mujeres. Entre las personas detenidas se cuentan dirigentes, miembros y simpatizantes de partidos políticos, periodistas y defensores de derechos humanos, considerados o percibidos como opositores por las autoridades.
Sin embargo, la ONU advierte que los números proporcionados por el Fiscal General de la República elevan aún más la cifra de personas que han sido capturadas en las últimas semanas al reportar 2,200 detenidos de “manera indiscriminada”, con la calificación de “terroristas”.
Según Dávila Valeri, su padre asistió a una vigilia dedicada a los presos políticos el jueves pasado en la ciudad de Caracas y, al salir, llegaron “unos motorizados con una camioneta sin identificar, sin uniforme y lo meten en esa camioneta y se lo llevan. Nadie dijo nada por qué”.
También explicó que el líder político no ha sido imputado, y el lunes la familia interpuso un recurso legal en la Fiscalía con la finalidad de conocer detalles de la detención. “No tenemos información. Los abogados no han podido estar con él. Yo no he podido hablar con él en absoluto”, dijo.
Freddy Superlano, líder del partido opositor Voluntad Popular, fue detenido el 30 de julio, y también se ha denunciado la detención de los dirigentes Américo de Grazia y María Oropeza, entre otras personas.
El Frente Hemisférico por la Libertad (FHL), compuesto por parlamentarios, académicos, líderes políticos y defensores de Derechos Humanos latinoamericanos, denunció el viernes el arresto de Dávila y De Grazia.
Esas detenciones “constituyen abiertos ataques a las aspiraciones democráticas del pueblo de Venezuela y muestran una evidencia más de que el fraude electoral fue real”, señaló el FHL en un comunicado.
Tanto Dávila como De Grazia eran objeto de “persecución a raíz de las elecciones que ganó el opositor Edmundo González Urrutia, pero que el Colegio Electoral de Venezuela (CNE), en complicidad con el oficialismo, anunció a Nicolás Maduro como vencedor”, señaló la organización.
En el caso de Dávila, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió un comunicado en el que advertía que se presentó una denuncia penal por “desaparición forzada” ante el Ministerio Público del país y denunciaba la persistencia de “amenazas, seguimientos, intimidaciones, hostigamientos y agresiones” en contra del líder político “en un contexto de persecución sistemática a la oposición política en el país”.
“Tememos por su vida”, afirmó Dávila Valeri sobre la situación de su padre. “Responsabilizamos a los que lo han capturado y se lo llevaron y no nos han dicho nada. No nos han dicho la razón y no se han comunicado con nosotros para nada”.
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