La aeronave, de cuatro plazas y de fabricación estadounidense, despegó desde Zagreb y se dirigía a un aeródromo en la Alta Austria, pero debido a las malas condiciones meteorológicas marcadas por fuertes lluvias y viento, el piloto perdió el control del avión, que se estrelló en una zona montañosa de poca visibilidad.
En un primer momento se pensó que solo dos de los pasajeros habían fallecido, pero finalmente el servicio de rescate de la zona encontró a los cuatro sin vida.
«Al lugar del accidente solo se puede llegar por estrechos caminos forestales. Esperábamos encontrar supervivientes, pero por desgracia fue en vano», declaró el jefe del servicio de rescate de montaña de la región, Hannes Kocher, citado por la televisión pública ORF.
Según los bomberos, la aeronave estaba tumbada sobre el techo con el morro estrellado contra el suelo en un terreno escarpado e intransitable.
El piloto probablemente intentó desplegar el paracaídas de rescate para evitar que la avioneta se estrellara, pero no logró hacerlo y osciló a baja altura, luego voló casi verticalmente hacia arriba y después se estrelló contra el suelo.
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