Bad Bunny es el nuevo protagonista de la portada de octubre de la revista Vanity Fair. En la entrevista, habla sobre su vida personal, su próximo disco y los rumores de su relación con Kendall Jenner.
El cantante puertorriqueño revela que no ha estado haciendo ejercicio últimamente, ya que considera que puede afectar su salud mental. Admite que hay días en los que se siente fuerte y poderoso, pero también se siente vulnerable y incapaz de manejar su propia vida.
Aunque Bad Bunny prefiere mantener en privado su supuesto romance con Kendall Jenner, afirma que su estado civil es claro para sus amigos, familiares y seres queridos. No siente la necesidad de aclarar nada a los demás, incluyendo a sus fans.
"Realmente no me interesa aclarar nada porque no tengo ningún compromiso de aclarar nada a nadie", señaló.
Sin embargo, el cantante, de 29 años, añadió que su estado civil actual es "claro" con sus amigos, familiares y seres queridos.
"Son los únicos a quienes tengo que aclararles algo", continuó, y agregó en broma: "En cuanto a (la fan) Juliana Domínguez de Mississippi, no tengo nada que deba aclararle. Nunca", puntualizó.
A pesar de tomarse un año sabático, Bad Bunny ha colaborado con otros artistas como Travis Scott y The Weeknd. Según Vanity Fair, su próximo álbum saldrá en otoño, aunque no se especifica la fecha. El cantante está explorando nuevos sonidos tanto en Puerto Rico como en Los Ángeles y se muestra abierto a experimentar y divertirse en su música.
Bad Bunny promete que su próximo álbum será el más personal de su carrera y que reflejará sus pensamientos, sentimientos y forma de vida. Siempre busca hacer algo nuevo en su música y asegura que el álbum que viene después de "Un Verano Sin Ti" será diferente.
Ataques por su forma de vestir
"Me hacen innumerables comentarios negativos y sexistas, sin ser homosexual, únicamente por vestirme así. Puede que una persona queer lo sufra más, pero no es como si yo pudiese ponerme una falda, salir ahí fuera y que la gente me diga ´mira qué guay´. Me van a atacar con todas sus fuerzas, de todos modos". Dice que se trata de otro tema delicado. "No sabes los motivos por los que una persona se viste así. No estabas en su cabeza cuando decidió ponerse una falda o una blusa. No sabes qué tiene dentro, qué hay en su corazón". Cuando le pregunto si vestirse con una estética femme es un reflejo de su identidad, da a entender que no es tan profundo: "Lo haces porque quieres y porque te hace sentir bien, te hace feliz".
Aquí, estando en casa, puede ser él mismo. No Bad Bunny, sino Benito Antonio, el hijo mayor de su madre. Asegura que no tienen una vida demasiado distinta a la que siempre han tenido, incluso a pesar de que compró por impulso una casa en Dorado, un municipio playero no muy lejos de Vega Baja, donde se crio —"la zona a la que se mudan todos los ricos, los gringos y los millonarios—. Martínez nunca se aloja ahí. No se siente en casa. La gente da por hecho que vive en una "mansión con 30 habitaciones", pero no le interesa la ostentación. "Llevo mucho tiempo buscando el lugar perfecto en el que crear el hogar de mis sueños en Puerto Rico", explica. Todavía no lo ha encontrado, pero espera "vivir aquí para siempre".
El cantante sospecha que a su madre le gustaría que sentara la cabeza en algún momento, que consumara un sagrado sacramento. "Le encantaría que me casara por la iglesia", confiesa con una sonrisita. Lo siguiente, y lo digo por mi propia experiencia con mis familiares católicos, será que quieran que les des nietos.
CREDITOS A DIARIO LIBRE
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