Al menos 11 trastornos de personalidad han sido identificados y clasificados por los especialistas y aunque no siempre las personas saben que necesitan ayuda profesional, hay abordajes terapéuticos que ayudan a su control.
La psicóloga clínica Nadieska Núñez de Nova, terapeuta cognitivo-conductual, especialista en terapia familiar y de esquemas, que es un área de la psicología clínica que se encarga de trabajar el trastorno de personalidad, depresión y ansiedad entre otras condiciones de salud mental, describe a Listín Diario esta realidad.
Dice que, aunque el país tiene escasos especialistas en el área y los costos de los servicios privados limitan el acceso de la población, a raíz de la pandemia del Covid-19, cuando las personas empezaron a buscar más ayuda psicológica sobre todo porque se sentían ansiosos, se ha visto que en realidad lo que tienen es un trastorno de personalidad, con el que han vivido sin buscar ayuda.
Desde emotivos hasta antisocial
La especialista explica que los trastornos de personalidad están subdivididos por grupos y tienen características muy específicas, entre ellos por comportamiento excéntricos y extraños; dramáticos, emotivos e impredecibles, así como ansiosos y temerosos.
Entre ellos cita los trastornos paranoides, que son personas extremadamente desconfiadas; el esquizoide, que son personas con alta limitación de autonomía: el esquizotípico que son personas muy excéntricas; el antisocial, que son personas que no tienen la capacidad de vincularse afectivamente y el trastorno límite que son personas con alta exaltación de sí mismas.
Además, está el trastorno de personalidad histriónico, que son personas desinhibidas, que tienen que buscar permanentemente llamar la atención de los demás; el narcisista, que es un patrón de auto exaltación, cuando la persona se percibe por encima de los demás y el trastorno levitativo, que es una persona con dificultad para relacionarse socialmente y se mantiene aislada por miedo.
Otros trastornos son el dependiente, que es la persona que se apega o engancha de relaciones con otras personas; el obsesivo compulsivo, que son personas muy productivas, muy organizada donde las cosas deben estar de una manera específica; y el pasivo agresivo, que son personas con importante problema de autonomía, resistencia, pero al mismo tiempo puede hacer mucho daño en su contexto.
La psicóloga clínica explica que los más frecuentes en el país que se ven son el antisocial, el trastorno límite, es común aunque no siempre diagnosticado, el histriónico es típico de los caribeños y por eso son personas muy expresivas y el narcisismo.
Cómo se define
Explicó que un trastorno de personalidad es un patrón de pensamiento y desempeño que influye y afecta el comportamiento de una persona. Es muy evidente y poco saludable.
Se sabe que una persona tiene un trastorno de personalidad, explica la especialista, porque su patrón de conducta sale de la norma, es muy evidente, no son transitorios, sino un patrón que se queda fijo, que es patológico, aunque la persona aprende a ser adaptativo, tener mejores relaciones y lidiar con él.
En la adolescencia
El trastorno de personalidad, de acuerdo a la especialista, se desarrolla en el tiempo, surge por lo general a inicio de la adolescencia, y los patrones predisponentes más importantes son los genéticos y los sociales.
Explica que el principal problema de las personas con trastorno de personalidad es que son adaptativas y por tanto no tienden a buscar ayuda, a menos que el trastorno comience a afectar su contexto social, sus relaciones de amigos y de trabajo.
“Difícilmente la persona se da cuenta que tiene un trastorno, porque concibe su comportamiento como una forma de ser y la familia tiende a decir es que él es así”, señala.
Explica que hay que tener claro que una persona con trastorno de personalidad es adaptativa, desarrolla su vida, se casa, tiene amigos, sale a divertirse y por eso tiende a pasar desapercibido.
Pocos especialistas
Núñez de Nova dice que en el país son pocos los especialistas que trabajan ese tipo de área y por lo tanto si no se trabaja con el abordaje adecuado es muy difícil modificarlo.
Señala que el déficit de atención y el trastorno del sueño no entran en trastorno de personalidad, sino que son otro tipo de trastorno del desarrollo, aunque algunos presentan rasgos de dificultad para dormir.
Tratamiento
Sostiene que como tratamiento entran la terapia psicológica, algunos necesitan psicofarmacología o abordaje psiquiátrico para bajar los niveles de intensidad.
En busca de ayuda profesional, señala, llegan más en la adolescencia porque los padres se empeñan en llevarlos a terapia y en la etapa de adultos, sobre los 30 años de edad, que es cuando el trastorno comienza a afectar su vida familiar, laboral y su crecimiento.
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