El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó el domingo la ciudad de Uvalde, para honrar a los 19 niños y dos maestras asesinados en un tiroteo en una escuela primaria de esta localidad de Texas.
Acompañado
de su esposa Jill, el mandatario depositó flores en un memorial
improvisado frente al centro educativo, y luego acudió a una misa
católica.
Tras la ceremonia, la pareja pasó unas tres horas en un
encuentro privado con las familias de las víctimas, lejos de las
miradas curiosas y las cámaras.
Mientras tanto, la población sigue consternada.
Ricardo García, empleado en el hospital de Uvalde, estaba en su trabajo el día de la masacre. Y vio cosas que preferiría olvidar.
CREDITOS A DIARIO LIBRE
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