Tras los diversos allanamientos de la Operación Discovery encabezada por el Ministerio Púbico y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) se presume haber desarticulado una amplia red de cibercriminalidad.
La misma tenía como objetivo estafar a ciudadanos de los Estados Unidos a través del uso de tecnología avanzada y bien maniobrada.
Con sede en Santiago, extendió sus operaciones hasta Puerto Plata y La Vega, desde donde sus cabecillas disfrutaban de lujos provenientes del dinero ilícito.
Para cometer sus delitos, los imputados tenían habilitados cubículos con diversas herramientas, entre estas CPU y auriculares para hacer contacto con las víctimas.
Solo a cuatro de los imputados en la Operación Discovery le fueron incautados alrededor de 80 CPU de diversas descripciones y una docena de auriculares.
HOY
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