En el ambiente hay muchos indicadores que, dada la experiencia en el
país sobre la reelección presidencial, apuntan a que el proyecto de
repostulación del presidente Luis Abinader para el 2024, está en marcha,
pero se enfrenta a riesgos como la inflación, el impacto de la
evolución de la pandemia de la covid-19 y el efecto de una posible
alianza opositora, entre el PLD y la FP.
El presidente Abinader ha sido cauto al referirse al tema y ha mantenido
el mismo discurso desde el inicio, que no es momento para abordar si se
repostulará para el 2024. Se puede decir que Abinader gobierna con los
cinco sentidos puestos en lo que quiere y piensa la gente y la propia
cautela que tiene al abordar el tema, indica que está consciente de los
tiempos convulsos en que gobierna.
Pero hechos como la modificación de los estatutos del Partido Revolucionario Moderno (PRM) que prohibían la repostulación, el activismo del mandatario en todo el país, la “conquistas” de dirigentes y partidos para que apoyan el PRM, son de las señales del proyecto en marcha.
A eso se suma la declaración de Milagros Ortiz Bosch sobre modificar la Constitución para reducir el porcentaje de cincuenta más uno que se requiere para ganar la Presidencia. Según la dirigente del PRM la razón es que se presta para actos de corrupción, pero la comunidad política ha interpretado que eso es parte de la estrategia reeleccionista. Abinader tiene la ventaja que el PRM, la plataforma fundamental de sustento de su proyecto electoral, luce unificado en torno a su figura, pues la otra facción importante, la que del expresidente Hipólito Mejía, se ha convertido en la de mayor activismo a favor de la reelección del gobernante.
CREDITOS AL CARIBE
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