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Un año después, en Villa Riva relajan medidas sanitarias contra el COVID-19


 

El municipio de Villa Riva, perteneciente a la provincia Duarte, fue una de las primeras demarcaciones en el país donde las autoridades empezaron a endurecer las medidas para evitar la propagación del coronavirus, ya que allí fue una de las primeras demarcaciones donde reportaron la transmisión comunitaria de la enfermedad.

Sin embargo, llama la atención cómo gran parte de sus munícipes relajan las medidas de protección.

Los transeúntes caminan por espacios públicos sin mascarillas y en pocos establecimientos comerciales cumplen con las medidas de distanciamiento físico y demás protocolos establecidos.

Personas consultadas por Diario Libre entienden que la peor parte de la pandemia ya pasó, por lo que han decidido continuar con sus vidas como hacían antes de febrero del 2020.

“Yo creo en Dios. Él me mantiene libre del virus”, fue la expresión de un ciudadano al salir de una ferretería sin utilizar la tapa boca.

Al igual que en ese negocio, es común ver a los ciudadanos con mascarillas, así como aglomeraciones en las paradas de motoconcho y en otros espacios.

Juan Antonio Nin, sentado en la acera de la calle principal de Villa Riva, dijo que anda con su mascarilla en los bolsillos en caso de que tenga que salir a otros pueblos de la zona, donde el uso de esa herramienta es obligatorio.

"Periódicamente viajo a Samaná y a Nagua, donde me la piden, pero aquí nadie usa eso", indicó Nin.

Mercedes Mejía, propietaria de una cafetería ubicada en el centro del municipio, explicó que aceptar clientes sin las mascarillas no la intranquiliza debido a que las autoridades hace meses dejaron de supervisar los negocios de expendio de comidas para verificar que están cumpliendo con las medidas sanitarias.

La mujer aseguró que de ser supervisada por las autoridades tendría que cerrar el negocio, en vista de que no está generando lo suficiente para pagar alquiler y sostener a su familia.

En Villa Riva reside la señora Oraida Herrera Díaz, de 56 años, una de las primeras personas que fue diagnosticada con el coronavirus tras su llegada de Italia. La señora violentó la cuarentena y se mantuvo haciendo vida social, por lo que las autoridades de Salud Pública de ese momento entendían que ella pudo haber sido un foco de infección en la provincia Duarte.

A pesar de la gravedad del tema, muchos hicieron un circo con la positividad de la persona, quien pasó a ser perseguida por las cámaras como si fuera una celebridad.

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