Pekín amaneció hoy envuelta en una espesa niebla marrón debido a los altos niveles de contaminación de los últimos días y a una tormenta de arena proveniente de Mongolia.
Esta mañana, el centro de control medioambiental de la capital china emitió una alerta amarilla por tormenta de arena y advirtió de que es probable que la situación se prolongue hasta la tarde, cuando el viento comenzará a diluirla, aunque podría retornar mañana debido a otras corrientes provenientes del sur.
Las autoridades pidieron que los ancianos, los niños y las personas que sufren de afecciones respiratorias no salgan de sus casas durante la jornada.
La concentración de partículas PM10 -por ejemplo, el polvo o las cenizas- en el aire alcanzaba, pasadas las 11.00 hora local (03.00 GMT), casi 5.800 microgramos por metro cúbico.
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