Estados Unidos alcanzó este jueves 30,072,022 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y 546,352 fallecidos por la enfermedad de la COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20:00 hora local (00:00 GMT del viernes) es de 1,249 muertes más que el miércoles y de 67,943 nuevas infecciones.
California es ahora el estado más golpeado por la pandemia con 58,049 muertos, seguido por Nueva York (49,790), Texas (47,822), Florida (32,957), Pensilvania (24,898), Nueva Jersey (24,330) e Illinois (23,442).
Otros estados con un gran número de fallecidos son Georgia (18,751), Ohio (18,381), Massachusetts (17,010), Michigan (17,003), o Arizona (16,874).
En cuanto a contagios, California suma 3,650,469, le sigue Texas con 2,769,241, tercero es Florida con 2,027,429, Nueva York es cuarto con 1,825,069 e Illinois es quinto con 1,229,810.
El balance provisional de fallecidos -546,352- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pronosticado que en total morirán más de 600.000 personas en el país a causa del virus.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME, en inglés) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de julio habrán muerto unas 596,000 personas.
En lo que a vacunas se refiere, unos 87.3 millones de personas (un 26.3 % de la población) han recibido al menos una dosis, de las cuales 47.4 millones (14.3 %) están ya completamente inoculadas.
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