Una mujer de Alaska sufrió el susto de su vida cuando usaba una letrina en una zona rural y un oso la atacó desde abajo.
“Salí allá afuera, me senté en el inodoro y algo me mordió un glúteo justo cuando me sentaba', dijo Shannon Stevens el jueves a The Associated Press. “Pegué un brinco y grité cuando ocurrió'.
Stevens, su hermano Erik y la novia de éste habían ido en motonieves el 13 de febrero hasta un área silvestre para quedarse en la yurta propiedad de él, a unos 32 kilómetros (20 millas) al noroeste de Haines, en el sureste de Alaska.
Erik escuchó el alarido y se dirigió a la letrina, que estaba a unos 45 metros (150 pies) de la yurta. En el lugar encontró a Shannon, que se atendía la herida. En un principio creían que la había mordido una ardilla, un visón o algo pequeño.
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