Julian Assange rechazó este lunes una vez más su extradición a Estados Unidos
después de ser detenido por segunda vez al amparo de una nueva
solicitud de entrega cursada por Washington a última hora, en la que
amplía la base de sus acusaciones contra el fundador de WikiLeaks.
Vestido de traje y con su pelo blanco muy corto, Assange, presente en la sala 10 del tribunal penal londinense de Old Bailey,
asintió para confirmar su identidad y que rehúsa ser extraditado a
suelo estadounidense, donde afronta 18 cargos de espionaje y
conspiración para la intrusión informática penados allí con hasta 175
años de cárcel.
En la primera vista de esta fase del juicio
-pospuesto en febrero por la pandemia-, la jueza Vanessa Baraitser
rechazó la petición de la defensa de 'excluir' del proceso la 'nueva
conducta criminal' o actos delictivos adicionales atribuidos al
australiano por la Justicia estadounidense en el auto de procesamiento
emitido sorpresivamente en junio y formalizado en agosto.
CREDITOS A DIARIO LIBRE