Jenny
María Melo tiene 32 años y es madre de seis niños, tres varones y tres
hembras. Tiene además a su cargo una niña de seis años, hija de su
expareja, y la responsabilidad de cuidar a un hermano con discapacidad.
En la humilde vivienda donde vive la familia, en el sector Cancino II de
Santo Domingo Este, no hay computadoras ni tabletas, mucho menos
conexión a internet. Tampoco cuenta con radio ni televisión.
Cargada
de incertidumbres y estrecheces, Jenny espera el inicio del Año Escolar
2020-21, que inicialmente estuvo pautado para este lunes 24 de agosto,
con el temor que embarga a las familias dominicanas de que sus hijos se
puedan enfermar en medio de la pandemia del COVID-19, que a la fecha
lleva casi 90,000 contagios en el país.
“Yo no sé qué va pasar. Una, yo no tengo las condiciones, porque yo
no tengo condiciones de comprar una computadora, ni tablet ni nada de
eso, pero yo entiendo también que es un riesgo mandar a los niños a la
escuela”, explica la joven madre, cuyo sustento y el de su familia
depende de los pocos recursos que consigue a través de trabajos
ocasionales que realiza en casas de familia, sea lavando la ropa o
haciendo otras tareas del hogar.
Esta
historia es parte del especial “La extraña vuelta a clases” de Diario
Libre, realizado por Tania Molina, Ámbar Castillo y Beatriz Bienzobas.
Puedes leer las demás historias en los siguientes enlaces: A kilómetros del internet / Profesor remoto: contrarreloj para adaptar el aula virtual / “Se requiere mucha formación en las metodologías tecno-pedagógicas para la enseñanza a distancia” / Consecuencias de no asistir de manera presencial a la escuela /La extraña vuelta a clases, en emergencia y con “tapabocas”________
Jenny
María Melo tiene 32 años y es madre de seis niños, tres varones y tres
hembras. Tiene además a su cargo una niña de seis años, hija de su
expareja, y la responsabilidad de cuidar a un hermano con discapacidad.
En la humilde vivienda donde vive la familia, en el sector Cancino II de
Santo Domingo Este, no hay computadoras ni tabletas, mucho menos
conexión a internet. Tampoco cuenta con radio ni televisión.
Cargada
de incertidumbres y estrecheces, Jenny espera el inicio del Año Escolar
2020-21, que inicialmente estuvo pautado para este lunes 24 de agosto,
con el temor que embarga a las familias dominicanas de que sus hijos se
puedan enfermar en medio de la pandemia del COVID-19, que a la fecha
lleva casi 90,000 contagios en el país.