Con el objetivo de ofrecer destrezas para el manejo del estrés a
nivel personal y familiar, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas
sobre VIH/SIDA (Onusida) realizó la conferencia “Apoyo emocional y salud
mental frente a los nuevos retos que demanda la COVID-19”, con la cual
promueve la importancia de que la población cuente con herramientas que
le permitan gestionar de manera adecuada las emociones.
Martha
Arredondo, doctora especialista en psicología clínica y facilitadora de
procesos de crecimiento y desarrollo humano, explicó que la pandemia
COVID-19 puede resultar estresante y afectar la salud mental por el
temor de las personas a enfermarse y a que sus seres queridos enfermen y
mueran.
La profesional de la salud mental consideró que el miedo
a ser afectados en el ámbito económico y laboral, sentirse poco capaz
de cumplir las medidas para prevenir la enfermedad, mantenerse
distanciados de familiares y amigos y el hecho de no saber hasta cuándo
se extenderá la pandemia son factores que mantienen a la población en
constante estrés, ansiedad e incertidumbre.
Expresó
que, debido a que las generaciones actuales no habían vivido este tipo
de situaciones, las personas están desesperadas, ya que la nueva
realidad ha traído un drástico cambio de rutina a nivel individual,
familiar y social.
A todo esto, indicó, se suma la preocupación por el inicio del
año escolar, aumentando la ansiedad, lo cual tiene repercusión no solo a
nivel emocional, sino también en el sistema inmunológico de las
personas, razón por la que entiende que para estar saludable en medio de
la COVID-19 es necesario aprender a manejar el estrés y la ansiedad.
“El
temor y la angustia con respecto a una nueva enfermedad y lo que podría
suceder puede generan emociones fuertes, puesto que damos por hecho que
estamos bajo una amenaza auténtica y grave, por lo que el miedo se
despierta para que podamos protegernos, siendo esta una respuesta normal
de sobrevivencia”, reflexionó la profesional de la salud mental.
Expuso
que el estrés se manifiesta, además, ante el dilema de la necesidad de
continuar trabajando y la incertidumbre que conlleva la posibilidad de
contraer la enfermedad al tener que exponerse, lo que resulta en
desgaste físico, mental y emocional a causa de una respuesta inadecuada
ante factores estresores.
Ante esta realidad, resaltó la
importancia de enfrentar la situación desde un enfoque integral, tomando
en cuenta los aspectos personal, físico, espiritual, económico y
social, para lo cual es importante asumir una conducta basada en la
resiliencia humana, es decir, desde esa capacidad que tiene una persona
para superar las circunstancias traumáticas.
Para ello, dijo que
es preciso tener presente que toda situación difícil conlleva un final,
pero que, a la vez, se debe tomar responsabilidad personal y liderazgo,
apoyando a los demás sin dejar de prestar atención al bienestar propio.
Expresó
que, además, se debe priorizar la comunicación efectiva, no entrar en
pánico, conocer sus fortalezas y debilidades y tener en cuenta el
contexto en su totalidad.
Arredondo recomendó mantener las
medidas de higiene y distanciamiento social; informarse de fuentes
creíbles, mantener el auto-cuidado, limpiar y desinfectar las
superficies expuestas y hacer planes para el futuro, poniéndose metas a
corto, mediano y largo plazo.
Asimiso, recomendó conectarse con
organizaciones comunitarias y de fe, hablar las preocupaciones con
personas de confianza y mantener el cuidado personal.
En las
palabras introductorias de la conferencia, realizada a través de webinar
y Facebook Live, la directora de Onusida en el país, Bethania Betances,
destacó que, debido a la magnitud y los efectos físicos, económicos y
emocionales que la epidemia por COVID-19 está dejando en las personas de
todo el mundo, la institución decidió realizar la actividad para
ofrecer consejos sobre destrezas concretas que ayuden a mejorar la salud
mental ante la realidad actual.
“Es una situación muy
desafiante, porque muchas personas están muriendo o están enfermas en
hospitales, mientras otras enfrentan situaciones económicas precarias y
muchas tienen miedo acerca de lo que les depara el futuro y cómo podrán
salir de esto”, señaló.