Estados Unidos alcanzó este viernes la cifra de 5,912,016 casos
confirmados de COVID-19 y la de 181,704 fallecidos, de acuerdo con el
recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20:00 hora local (00.00 GMT del sábado) es de 51,619 contagios más que el jueves y de 1,177 nuevas muertes.
Pese
a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios,
sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con
32,934, más que en Francia o España.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos la vecina Nueva Jersey
(15,930), California (12,769), Texas (12,523) y Florida (10,957).
Otros
estados con un gran número de muertos son Massachusetts (9,024),
Illinois (8.205), Pensilvania (7,642) y Míchigan (6,,712).
En
cuanto a contagios, California suma 697,010, le sigue Texas con 618,904,
tercero es Florida con 615,806, y Nueva York es cuarto con 432,767.
El
balance provisional de fallecidos -181,704- ha superado ya con creces
la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que
proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a
causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó
esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría
más bien entre los 50,000 y 60,000 fallecidos, aunque luego auguró hasta
110,000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su
parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la
Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la
evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que
para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos
habrá superado los 255,000 fallecidos y para el 1 de diciembre los
310,000.
CREDITOS A DIARIO LIBRE