El impacto de la pandemia sobre las cuentas fiscales parece mucho
mayor a lo esperado. No solo el nuevo gobierno de Luis Abinader estima
una caída económica mayor, de 4 %, -la administración de Danilo Medina
estimaba un crecimiento neutro, de 0 %-, sino que la incidencia de ese
retroceso sobre los ingresos tributarios será profunda.
La caída
de los ingresos corrientes (en los que el endeudamiento no está
incluido) se estima de 18.7 % con respecto al Presupuesto General del
Estado 2020 aprobado a finales del año pasado por el Congreso, cuando el
COVID-19 ni siquiera se asomaba en el panorama. Por eso, las
necesidades de financiamiento se han disparado en 143.3 % con respecto a
las cuentas presupuestarias originales.
Eso se traduce en que
prácticamente la mitad de los ingresos del país en este año se tendrán
que cubrir con endeudamiento, un escenario inaudito.
CREDITOS A DIARIO LIBRE